El ejército de India llevó a cabo este martes una serie de ataques con misiles dirigidos a múltiples objetivos en Pakistán, en una ofensiva militar bautizada como «Operación Sindoor», según confirmaron fuentes oficiales y medios de ambos países.
El gobierno indio reportó que nueve objetivos fueron alcanzados, mientras que la televisión pakistaní señaló que los ataques se concentraron en tres ubicaciones.
La agencia de noticias Reuters informó sobre intensos bombardeos y fuertes explosiones en zonas fronterizas de la Cachemira administrada por Pakistán, una región históricamente disputada entre ambas naciones.
Según el comunicado oficial del gobierno indio, los ataques apuntaron a infraestructura vinculada al terrorismo, desde donde, aseguran, se han planeado y ejecutado atentados contra India.
«Nuestras acciones han sido concentradas, mesuradas y no buscan una escalada. No se atacaron instalaciones militares pakistaníes. India ha demostrado una considerable moderación en la selección de objetivos y el método de ejecución», afirmó el ejecutivo indio en su declaración.
Por su parte, el gobierno de Pakistán condenó los ataques, calificándolos como una violación de su soberanía, y anunció que evaluará una respuesta tras recopilar información sobre los daños. Hasta el momento, no se han reportado cifras oficiales de víctimas ni detalles sobre la magnitud de las pérdidas materiales.
La escalada de tensiones en la región de Cachemira, donde ambos países mantienen una fuerte presencia militar, ha reavivado temores de un conflicto mayor entre las dos potencias nucleares. Organismos internacionales, incluyendo las Naciones Unidas, han instado a ambas naciones a ejercer contención y retomar el diálogo para evitar una crisis.
Esta ofensiva se produce en un contexto de persistentes acusaciones mutuas de apoyo al terrorismo y tras una serie de incidentes violentos en la frontera indo-pakistaní en los últimos meses. La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos, mientras India y Pakistán enfrentan presiones para desescalar el conflicto.