Mientras la Franja de Gaza enfrenta una de las peores catástrofes humanitarias de su historia reciente, el congresista republicano estadounidense Randy Fine desató polémica tras publicar un mensaje incendiario en sus redes sociales.
«Liberen a los rehenes. Hasta entonces, muéranse de hambre», escribió Fine en su cuenta de X (antes Twitter), en respuesta a un reporte de ABC News que daba cuenta del fallecimiento de 15 personas, entre ellas cuatro niños, por hambre y desnutrición. El informe se basaba en datos del Ministerio de Salud de Gaza.
Lejos de retractarse, el legislador aseguró: «Todo esto es una mentira. Me sorprende que los medios sigan difundiendo propaganda terrorista musulmana».
Las declaraciones de Fine se producen en un contexto de creciente presión internacional para que el grupo palestino Hamás libere a 58 rehenes israelíes, pieza clave en las negociaciones para una posible solución al conflicto.
Crisis sin precedentes
La situación en Gaza se agrava cada día debido al bloqueo impuesto por el ejército israelí. Organizaciones humanitarias han advertido sobre el riesgo inminente de una hambruna generalizada. Según datos recientes, ya se han contabilizado al menos 111 muertes por desnutrición en los últimos meses.
Israel, por su parte, niega la existencia de una crisis alimentaria y rechaza las acusaciones sobre ataques a civiles y personal humanitario. Atribuye la responsabilidad de la falta de distribución de ayuda a las agencias de la ONU, a las que acusa de inacción pese a que –según Tel Aviv– se ha permitido el ingreso de víveres.
Sin embargo, desde las Naciones Unidas han criticado duramente los mecanismos de distribución propuestos por la Fundación Humanitaria de Gaza, una organización respaldada por EE.UU. e Israel. La ONU señala que estos planes violan principios humanitarios, militarizan la ayuda y perpetúan el desplazamiento forzado de la población palestina, lo que podría constituir un crimen de guerra.
«Contamos con mecanismos rigurosos para garantizar que nuestra ayuda llegue directamente a la población civil y no a Hamás, pero Israel nos niega el acceso», afirmó Tom Fletcher, secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, en mayo pasado. «Su objetivo de despoblar Gaza prevalece sobre la vida de los civiles».