Expreso

“Si sentimos que fallamos comuniquémonos más…”

Estrofa de la canción Comunicándonos de Oscar de León. En realidad debería decir comuniquémonos mejor.

Sentí que debía escribir algunas líneas sobre la necesidad de mejorar las habilidades de comunicación a todo nivel en la empresa, después de pedir a algunos de mis clientes que hicieran encuestas entre el personal a su cargo, con la única finalidad de inaugurar canales de comunicación alternativo a las conversaciones vacías, a los mensajes por WhatsApp o email, canales  tradicionales  con  los  que no tienen buenos resultados y que tornan las reuniones casi en esas parodias de abuelitas sordas conversando, donde una dice  lo que dice y la otra entiende lo que  quiere.

Como con las abuelitas, en la mayoría de los casos, las respuestas a las encuestas no tuvieron correlación con las preguntas comprobando cualitativamente la enorme brecha de comunicación por cerrar.

¿Por qué no es fácil desarrollar una buena comunicación, en todos los ámbitos, pero en este caso, en la empresa?

Si nos atenemos a lo que decía Winston Churchill sobre la comunicación: “Valor es lo que se necesita para pararse a hablar; pero también lo que se requiere para sentarse y escuchar”, lo que nos falta es valor. Pero hay algo más. Se necesita entender que la comunicación efectiva no es natural, no es un don, hay que trabajar para desarrollarla.

Imagina cuántas posibilidades surgen para que el mensaje se distorsione en cualquier punto de este intrincado camino donde cada persona es una entidad que ve las cosas de una manera distinta a la otra.

Piensa que un mensaje elaborado por alguien con un ego colosal tendrá un impulso diferente del enviado por una persona insegura. O un gerente lleno de prejuicios sobre el desempeño de su subordinado ordenando cumplir una tarea.

El canal de comunicación debe ser muy bien escogido. No es lo mismo tener una conversación en un pasillo, que poner lo mismo en un email. Suena diferente. En la comunicación cara a cara hay que tener mucho cuidado en cómo transmitimos. Recuerda que menos del 10% es la comunicación verbal, el resto son nuestro cuerpo y emociones las que hablan. Una mueca puede cambiar el sentido de un mensaje.

¿Y cuáles serían los consejos para mejorar comunicación en todos los canales y dentro y fuera de la empresa?

Puedes empezar ahora mismo.

Lo primero es mostrar respeto por tu interlocutor o lector.

Valídalo como interlocutor. Lo que le vas a decir es algo importante para él o ella; igualmente es lo que él o ella te quiere decir.

¿Cuántas veces has dejado a alguien hablando solo porque te has dado la vuelta, o cuántos mensajes no has respondido deliberadamente?

Que tu comunicación tenga por lo menos estas 3 características:

Que sea clara. Logra que todo el mundo pueda entenderte. Simple, sencilla. No es el momento de lucir tus conocimientos, es tiempo de conectar.

Que sea concreta. Nada de irse por las ramas; al punto. Pocos adjetivos. Información sólida. Así como en los emails, a la reunión ponle título, mejor todavía, escribe el propósito de la reunión.

Que sea completa. Aquí es donde tienes que trabajar más si eres improvisador. Planea cada entrevista, cada correo electrónico. Que no tengas que pasar información por capítulos.

Pon en práctica estos consejos y contribuye tú a mejorar la comunicación. Hacerlo requiere valor para hablar y escuchar y altruismo para poner al servicio de tu empresa habilidades que, a lo mejor, no son recíprocas por ahora.

Y si necesitas ayuda para mejorar la comunicación en tu empresa, contrata un Coach. Te ayudará.