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Muere el cantautor colombiano de música vallenata Lisandro Meza, «el macho de América»

La partida física del compositor y acordeonista se dio a los 86 años

«El Macho de América», así fue reconocido a lo largo y ancho del continente el juglar sabanero Lisandro Meza, ese mismo que acaba de cerrar sus ojos para siempre este 23 de diciembre.

“Lisandro Meza Márquez, juglar de la música sabanera, la cumbia, el porro, el vallenato y divulgador de la música colombiana ante el mundo, y expresa sus sentidas condolencias a la familia y admiradores por la irreparable pérdida”, informó la Clínica Especializada La Concepción, donde permanecía internado, sin especificar las causas del deceso.

Al tiempo, resaltaron lo que significó su figura para el folclor de la región: “Su legado musical permanecerá ligado a nuestra cultura haciendo honor a su trayectoria y aporte a la difusión de las raíces costumbristas”.

Este hombre oriundo de Los Palmitos, estado Sucre, se convirtió en un gran exponente de los ritmos sabaneros, especialmente la cumbia, el porro y el vallenato, géneros musicales que divulgó ante el mundo.

A sus 86 años, este cantautor y acordeonero, que desde el mediodía del pasado 6 de diciembre fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Especializada La Concepción, en Sincelejo, tras presentar una insuficiencia renal y cardíaca, ha perdido la vida.

Lisandro Meza Márquez, que tenía como enfermedades de base hipertensión y diabetes, sostuvo una carrera de 66 años, que le permitió grabar éxitos como El saludo, La gorra no se me cae, La miseria humana, El guayabo de la ye, Estás pilla’o, entre otros.

Su hijo Lisandro “Chane” Meza manifestó que pese a que permaneció bajo pronóstico reservado, su familia siempre guardó la esperanza de que mejorara y volviera al ruedo, porque fue la música la que siempre lo mantuvo con vida.

“Mi padre siempre fue un hombre fuerte, de origen campesino que se sobrepuso ante las adversidades de la vida y por ese carácter natural conservamos las esperanzas de que saldría bien librado de esta crisis de salud”.

Chane, que junto a Joche heredaron su amor por el acordeón y viajaron con su padre por el mundo haciendo parte de su conjunto, contó que el maestro había visto de frente a la muerte en ocho ocasiones, pero que siempre debido a su fe inquebrantable salía airoso.