La boda de Alejandra Baigorria y Said Palao desató una verdadera tormenta. Más allá del lujo y las cámaras, lo que realmente encendió la polémica fueron las presuntas irregularidades que marcaron su ceremonia religiosa y civil. Y es que, según denuncias del programa Todo se filtra, la pareja habría cerrado la Iglesia San Pedro y la Plaza de Armas como si fueran autoridades.
Durante la ceremonia religiosa, los accesos a la histórica iglesia fueron restringidos. “Una persona natural no puede cerrar una iglesia. Eso solo lo puede hacer la autoridad competente”, aclararon en el informe.
Pero eso no fue todo. El momento más escandaloso se vivió cuando la Plaza de Armas y la Municipalidad de Lima fueron bloqueadas para la boda civil, celebrada nada menos que por el alcalde Rafael López Aliaga. Testigos registraron un inusual despliegue policial y municipal en todo el perímetro, lo que generó indignación.
“Es la primera vez que veo esto. ¿Qué pasa, se creen presidentes?”, protestó una ciudadana indignada desde la calle.
El uso de espacios públicos y personal del Estado para una boda privada ha desatado una ola de críticas. Hasta el momento, ni los novios ni la Municipalidad han dado la cara para explicar lo sucedido.