Seremos honestos, cuando se anunció que se produciría una serie de Star Wars exclusiva para Disney Plus sobre el personaje de Andor las expectativas eran bastante bajas.
La fecha de estreno para esta producción se antojaba lejana y antes de ello veríamos cosas mucho más prometedoras, como la miniserie de Obi-Wan Kenobi protagonizada por Ewan McGregor.
Sin embargo, todos vimos lo que sucedió. The Book of Boba Fett no fue tan espectacular como se esperaba, las series y antologías animadas terminaron siendo intrascendentes.
Y la cosa de Obi-Wan terminó convirtiéndose en un desastre absoluto, con todo el sello que ha distinguido a los proyectos supervisados al 100% por Kathleen Kennedy.
La serie de Andor parecía llegar en el peor momento posible con la menor relevancia. Pero para sorpresa de quien escribe estas líneas, nos terminó regalando algo que no sólo está a la altura de Rogue One, sino que por momentos incluso supera a The Mandalorian.
Andor nos da finalmente el Star Wars que merecemos
Cuando Disney compró Lucasfilm por una cantidad ridícula de dinero la incertidumbre se apoderó de los fans. Lo que venía haciendo George Lucas no era perfecto, pero se sentía propio del universo creado por él mismo.
Aquí con la adquisición sabíamos que vendrían toneladas de producciones de todos los tonos factibles. Pero estaba la promesa de que se mantendría el legado y esencia de la franquicia.
Como ya vimos eso no sucedió precisamente y la trilogía de las secuelas es una experiencia extraordinaria irregular, llena de parches, giros innecesarios y desarticulada entre sí.
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Con el estreno de Rogue One el refugio obvio parecía ser que se encontraría en las películas de precuela. Pero la cinta de Han Solo terminó por sepultar esa posibilidad y esperanza. Hasta que llegó The Mandalorian.
La serie de Mando tiene su encanto porque nos regresa la esencia de ese Star Wars que generaciones enteras disfrutó en su niñez.
Pero con Andor la historia es distinta y más evolucionada. Los diálogos de alta tensión política y el drama argumental que falló en plantearse en el Episodio I aquí finalmente está bien logrado.
Diego Luna brinda una actuación memorable dando vida a un personaje con grandes matices y totalmente imperfecto como héroe, siendo ese uno de sus mayores atributos para el universo de Star Wars.
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Convirtiéndose así en el auténtico relevo generacional para el siglo XXI de Han Solo, lo que se supone que debió haber sido Poe Dameron originalmente.
Andor tiene el gran acierto de desarrollar a personajes humanos de todos los espectros en todos los bandos. Elevando el nivel de complejidad en su narrativa: hay gente en el Imperio que no es tan mala como individuos y hay gente en la rebelión que es igual o peor que los supuestos villanos.
Encima tuvieron la gracia de mostrarnos finalmente de una manera emotiva y desgarradora cómo procesan el luto los droides.
No existe un sólo episodio de relleno de Andor y el clímax de su capítulo fina deja todo servida para un segunda temporada que seguramente será la final.
* Tomado de FayerWayer