Perú y Argentina, los vecinos más cercanos de Chile, han pasado de tener entornos de mercado gris o con escasa regulación a marcos bien estructurados que priorizan la protección del jugador, la rendición de cuentas de los operadores y los ingresos públicos. Estos avances ofrecen modelos interesantes a seguir por Chile, donde se espera la aprobación del Proyecto de Ley 035/2022 por parte del senado y, por lo tanto, significa que el país aún es un entorno gris para este tipo de actividades de entretenimiento digital. Veamos cómo el país austral puede inspirarse en sus vecinos más cercanos para garantizar una industria de casinos online chile económicamente beneficiosa.
Marco Regulatorio del Perú: Un modelo de supervisión integral
Perú se está consolidando como uno de los países líderes en la regulación del juego en línea en el sur de Sudamérica, con reformas que equilibran el crecimiento del mercado y la seguridad del consumidor. Esta trayectoria comenzó con la Ley N.° 31557 en agosto de 2022, modificada luego por la Ley N.° 31806, que legalizó el juego en línea y las apuestas deportivas. El Decreto Supremo N.° 005-2023, publicado en octubre de 2023, proporcionó regulaciones detalladas, culminando en un mercado plenamente regulado para febrero de 2024. El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR), a través de la Dirección General de Juegos de Casino y Máquinas Tragamonedas (DGJCMT), supervisa el otorgamiento de licencias y el cumplimiento normativo. En los primeros 30 días de entrada en vigor, el MINCETUR recibió 145 solicitudes de licencia de operador, 144 registros de proveedores de servicios y 184 solicitudes de certificaciones de plataformas y juegos, lo que refleja un sólido interés de la industria. El mercado peruano, valorado en USD 2.500 millones anuales aproximadamente, incluye casinos en línea, apuestas deportivas, loterías y tragamonedas. El marco regulatorio obliga a los operadores a obtener una licencia unificada, con un costo anual de USD 30.000, e impone un impuesto del 12 % sobre la renta neta, similar a las tarifas de los casinos físicos.
Regulación Provincial de Argentina: Flexibilidad en un mercado descentralizado
La regulación del juego en línea en Argentina opera bajo un marco descentralizado, donde cada una de sus 23 provincias + la Ciudad Autónoma de Buenos Aires promulgan leyes independientes. Esto contrasta con el enfoque integral de Perú, pero se adapta a la estructura federal argentina. La Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires, que representan el 46% de la población argentina, lideran los esfuerzos regulatorios desde 2018. La Ciudad aprobó su ley de juego en línea en diciembre de 2018, cuya implementación finalizó en febrero de 2020, mientras que la Provincia de Buenos Aires siguió el ejemplo. Otras provincias, como Córdoba y Mendoza, también han regulado los casinos en línea, las apuestas deportivas y las loterías, creando un mosaico de regulaciones. El mercado argentino del juego en línea genera aproximadamente USD 2.400 millones anuales, con un 47,3% de los jugadores participando en apuestas deportivas y un 29,1% en casinos en línea. La falta de un regulador federal implica que provincias como Buenos Aires dependen de organismos como el Instituto Provincial de Loterías y Casinos (IPLyC) o la Lotería de la Ciudad (LOTBA). Los licenciatarios pagan una tasa anual de USD 100.000, una tasa de solicitud de USD 30.000 y un impuesto sobre la renta del 10%.
En contexto
Perú y Argentina ofrecen modelos contrastantes, pero complementarios, para la regulación de los casinos en línea en Chile. El marco centralizado de Perú demuestra cómo equilibrar el crecimiento del mercado con la protección del consumidor, mientras que el enfoque descentralizado de Argentina hace énfasis en la flexibilidad para abordar las necesidades locales. Adoptando lo mejor de cada modelo, Chile puede crear un marco regulatorio sólido y flexible.
