Perú, líder mundial en la producción de arándanos, apunta a Asia para diversificar sus exportaciones y reducir su dependencia de Estados Unidos, su histórico comprador, en una estrategia que ha generado cierta incomodidad en Washington.
La presidenta Dina Boluarte completó recientemente una gira por Japón e Indonesia, considerada clave por el Gobierno para fortalecer la presencia internacional del país; en Yakarta se firmó el Acuerdo Integral de Asociación Económica (CEPA), que permitirá que los arándanos peruanos ingresen libres de aranceles a esos mercados.
«EE.UU. se molesta siempre que hablamos de Asia, pero Perú necesita diversificar naturalmente su oferta productiva», afirmó el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero. «Las oportunidades en Asia son enormes y queremos aprovecharlas».
Por su parte, la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Desilú León, resaltó que el puerto de Chancay reducirá cerca del 50 % los tiempos de traslado de carga hacia Asia, acelerando la llegada de los productos peruanos a nuevos destinos.
«Asia podría convertirse en un mercado tan importante como EE.UU. por la alta demanda de arándanos», añadió Manero. «Si todo va bien, este año abrimos Japón e India como nuevos mercados».
Perú no solo lidera la exportación de arándanos, sino también de uvas y quinua. Entre enero y mayo de 2025, las agroexportaciones crecieron 24 % respecto al año pasado, con los arándanos dejando al país ingresos por 2.200 millones de dólares, según cifras oficiales.