A poco más de dos meses de la inauguración del nuevo terminal del aeropuerto Jorge Chávez, las críticas sobre su operatividad y la experiencia de los usuarios no han cesado. Manuel Van Oordt, CEO de Latam Airlines Perú, admitió que la apertura se realizó a pesar de que la infraestructura estaba incompleta.
En entrevista con El Comercio, detalló que el entusiasmo inicial por la puesta en marcha del moderno terminal el 1 de junio rápidamente dio paso a la preocupación. Actualmente, el aeropuerto funciona con menos mangas de abordaje y salas de embarque más pequeñas que el antiguo terminal en sus horarios de mayor tráfico.
Esta limitada capacidad obliga a que muchos viajeros aborden y desembarquen de los aviones en buses, situación que ha sido blanco de quejas frecuentes y que genera incomodidad, principalmente para quienes realizan conexiones internacionales de noche. El directivo subrayó que los pasajeros se muestran desorientados y que las salas de embarque resultan insuficientes.
Latam Airlines, por su parte, ha continuado con sus inversiones previstas. Recientemente inauguró un lounge premium en el nuevo terminal, un proyecto de más de US$10 millones, e inició el desarrollo de un Centro de Mantenimiento de Línea, que estará listo hacia fin de año y que podrá atender hasta 18 aviones simultáneamente. Para la aerolínea, Lima sigue siendo un hub estratégico para Sudamérica, pero el ejecutivo insiste en la urgencia de que el concesionario cumpla con los plazos para concluir la segunda fase del aeropuerto.