Mientras muchos aún optan por formas tradicionales de inversión, como fondos mutuos, depósitos a plazo o criptomonedas, una nueva modalidad comienza a ganar terreno. Se trata de una forma de invertir con sentido, que no solo busca rentabilidad, sino también generar impacto tangible en la vida de otras personas. En ese camino, el acceso a la vivienda formal se posiciona como uno de los principales ejes para canalizar capital con propósito.
“La inversión con propósito está atrayendo cada vez a más personas que buscan combinar rentabilidad con impacto social. En lugar de apostar por opciones tradicionales que solo priorizan liquidez, muchos inversionistas ahora prefieren modelos como el nuestro, donde su capital contribuye a financiar el acceso a vivienda para familias que no califican al 100% a un crédito hipotecario. A través de un esquema estructurado, pueden obtener rentabilidades de hasta el 16% en dólares, con el respaldo del inmueble, que es legalmente propiedad de una sociedad conformada por los propios inversionistas”, señala Henry Navarro, CEO y cofundador de ViviendoYa, startup peruana que impulsa el acceso a vivienda mediante inversión colaborativa.
La diferencia clave está en el horizonte y en la intención. Mientras la inversión tradicional busca maximizar retornos financieros, a menudo en el corto plazo, el modelo de la startup se enfoca en generar valor sostenible y retorno social, conectando a inversionistas con personas reales que enfrentan barreras para acceder a una vivienda formal, sin necesidad de endeudamiento excesivo ni grandes capitales iniciales.
Además de su atractivo financiero, este tipo de inversión ofrece un componente emocional y social difícil de encontrar en opciones tradicionales. “Uno de los grandes problemas de las inversiones convencionales es que muchas veces se sienten lejanas, impersonales. En cambio, cuando sabes que tu capital está ayudando directamente a que una familia acceda a su primer departamento, y lo haces con respaldo y estructura legal, el compromiso y la motivación del inversionista adquieren un nuevo sentido”, agrega el vocero.
El modelo impulsado por ViviendoYa también integra alianzas estratégicas clave que fortalecen la eficiencia operativa, reducen costos y amplían las alternativas disponibles. Todo esto bajo un enfoque colaborativo que permite que más inversionistas participen en proyectos inmobiliarios accesibles, mientras más familias se acercan a la vivienda formal.
En un país donde más del 70% de personas no acceden a una vivienda digna y segura, este tipo de soluciones representa una transformación del modelo tradicional. Se deja atrás la idea de que se necesita mucho dinero para empezar a invertir, y se abre una nueva posibilidad para generar impacto positivo desde hoy.
Con este enfoque, la inversión con propósito inmobiliario no solo ofrece estabilidad y retorno, sino que transforma la forma en que las personas se relacionan con su dinero. Es una oportunidad de invertir con visión social, construir patrimonio y contribuir activamente a cerrar la brecha habitacional en el Perú.