En un contexto de recesión económica, la pobreza experimentaría un aumento por segundo año consecutivo en el año 2023. De acuerdo a las previsiones, esta situación impactaría al 33% de la población.
Durante los últimos siete años, la lucha contra el flagelo de la pobreza se ha vuelto cada vez más sombría. Desde 2004 hasta 2016, la pobreza se redujo desde un 60% hasta un 20%. Sin embargo, a partir de ese momento hasta 2019, se produjo un estancamiento que finalmente llevó a un aumento del 30,1% debido a la pandemia, y desde entonces, no se vislumbran signos positivos de recuperación. Ahora, todos los indicadores apuntan a un aumento gradual de la pobreza. ¿Cuál es la razón detrás de este fenómeno?
Según Federico Arnillas, presidente de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza (MCLCP) en Perú, la situación de estancamiento se debió principalmente a dos factores internos: los conflictos políticos, que comenzaron durante el gobierno del expresidente Pedro Pablo Kuczynski, y la ocurrencia del Fenómeno de El Niño (FEN) en 2017, que afectó a aproximadamente un millón y medio de peruanos.
«Con el impacto de la pandemia, la pobreza aumentó nuevamente al 30%. Luego, disminuyó al 25% en 2021 debido a un efecto rebote, pero en 2022 volvió a aumentar al 27,5%. Ahora, existe incertidumbre, pero nuestra evaluación indica que hemos superado una vez más el 30%». Arnillas señala que, además del débil crecimiento económico, la inflación (que se encuentra en un 5,04%) es un factor clave que debe tenerse en cuenta.
Durante la pandemia, la pobreza en Perú aumentó del 20% al 30%. Arnillas destaca que, además del limón (un producto icónico), otros alimentos también han experimentado notables aumentos de precios, como el forraje en Puno, lo que afecta negativamente a la cría de ganado.
La línea de pobreza monetaria en 2022 se sitúa en 415 soles mensuales por persona, y una familia de cuatro miembros necesita alrededor de 1,660 soles al mes para no considerarse pobre. Los hogares por debajo de esta línea enfrentan la pobreza extrema, mientras que aquellos por encima pueden estar en situaciones de vulnerabilidad o verse afectados por fenómenos climáticos como El Niño y problemas de salud como el Covid-19.
En 2022, la pobreza monetaria afecta al 27,5% de la población, en comparación con el 25,9% en 2021. Con la proyección de un aumento del 33%, se concluye que la pobreza aumentaría por segundo año consecutivo en medio de una recesión económica. Esta situación marca un retroceso significativo, ya que no se había experimentado un incremento sostenido de la pobreza en dos décadas.
Frente a esta problemática, Federico Arnillas enfatiza la importancia de garantizar la seguridad alimentaria de la población y abordar factores como la sequía, la inflación y la volatilidad de precios. Además, señala que la diversidad de escenarios en Perú requiere estrategias adecuadas que consideren las diferencias entre regiones y edades de las personas. La lucha contra la pobreza implica cambios profundos en la política de vivienda, la expansión de redes de servicios y la urbanización de zonas marginales.
* Con Informaciòn de Infobae