La selección femenina de vóley del Perú fue recibida con muestras de aprecio y orgullo nacional tras su destacada actuación en la Copa América 2025, donde alcanzó el segundo lugar del torneo. El equipo arribó al Nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez entre aplausos y emociones visibles, luego de cerrar una de sus mejores campañas de los últimos años.
Bajo la dirección del entrenador brasileño Antonio Rizola, la escuadra nacional sumó tres victorias consecutivas —incluida una histórica ante Brasil— tras una caída inicial frente a Argentina. Las peruanas también superaron a Chile y Venezuela, acumulando nueve puntos que las ubicaron en el segundo lugar del certamen continental.
Uno de los momentos más emotivos del recibimiento fue el gesto de la selección Sub-17, que entregó rosas a las integrantes del equipo absoluto como símbolo de admiración y reconocimiento.
Compromiso y renovación
La capitana Kiara Montes resaltó el nivel de entrega mostrado por el grupo y su deseo de recuperar el prestigio del vóley nacional:
“Hemos dado el máximo en cada partido. Somos un equipo unido, con metas claras y mucho corazón”.
La armadora Yadhira Anchante, una de las figuras emergentes del campeonato, reflexionó sobre el impacto de la derrota inicial y cómo el equipo logró sobreponerse:
“Aprendimos mucho desde el primer partido. Nos enfocamos en corregir y crecimos como equipo”.
Nuevo liderazgo técnico
El certamen marcó el debut oficial de Antonio Rizola al frente de la selección absoluta. Su enfoque, según las jugadoras, ha influido positivamente en el grupo. La opuesta Aixa Vigil destacó su método de trabajo integral:
“No solo se enfoca en lo deportivo, también en lo personal. Eso ha sido clave para fortalecernos”.
Diana De La Peña, reconocida como la segunda mejor en su posición durante el torneo, valoró el reconocimiento como una recompensa al esfuerzo individual y colectivo:
“Este logro representa mucho para mí. Es fruto de años de dedicación y del apoyo de quienes siempre confiaron”.
Con esta medalla de plata, Perú retoma protagonismo en el voleibol sudamericano y envía una señal clara: el talento está de regreso y con nuevos bríos.