Con las posibilidades de llegar al Mundial 2026 prácticamente desvanecidas, la Selección Peruana ya pone la mirada en un nuevo horizonte: el camino hacia la Copa del Mundo 2030. Este lunes, la Federación Peruana de Fútbol confirmó lo que desde hace semanas se comentaba: en la fecha FIFA de noviembre, la ‘Blanquirroja’ disputará dos partidos amistosos en suelo ruso ante las selecciones de Rusia y Chile.
La gira tendrá un significado especial. No solo será la primera vez que Perú se mida ante Rusia, sino que también marcará su regreso a un país que guarda recuerdos del Mundial 2018, el último en el que participó la Bicolor.
Fechas y escenarios definidos
El primer desafío será el miércoles 12 de noviembre frente a Rusia, en el imponente Gazprom Arena de San Petersburgo. Luego, el martes 18 de noviembre, llegará el turno de enfrentar a Chile en el Estadio Fisht de Sochi, reviviendo el clásico del Pacífico en territorio europeo.
En los últimos años, Perú ha tenido encuentros destacados ante potencias europeas como Alemania y Países Bajos, pero este será el estreno absoluto frente a los rusos.
Recuerdos contra la ‘Roja’
El antecedente más reciente contra Chile fue el empate sin goles en el Estadio Monumental, por la jornada 11 de las Eliminatorias 2026. En cuanto a amistosos, la última vez que se cruzaron fue en octubre de 2018, en Estados Unidos, con una contundente victoria peruana por 3-0 gracias a un doblete de Pedro Aquino y un autogol de Enzo Roco.
El futuro del banquillo
Actualmente, Óscar Ibáñez ocupa el cargo de entrenador interino y solo estará al mando hasta los duelos eliminatorios frente a Uruguay y Paraguay. Todo apunta a que para noviembre la selección ya tendrá un nuevo comando técnico, que será el encargado de liderar una etapa de renovación.
Jean Ferrari, director general de Fútbol de la FPF, evitó adelantar si Ibáñez podría continuar, señalando que la decisión se tomará una vez concluya el proceso clasificatorio.
Un nuevo ciclo en marcha
Más allá de lo deportivo, los amistosos en Rusia representan el primer paso de un plan de reestructuración que busca preparar un equipo competitivo para 2030. Con 2026 prácticamente descartado, la misión será construir, paso a paso, una Bicolor lista para competir al más alto nivel en la próxima década.