Miscelánea

Apolo XII: 50 años de la llegada de los héroes del espacio a Lima

Hace 50 años, los tripulantes de la segunda misión espacial que llegó a la Luna aterrizaron en suelo peruano. Fueron aclamados por el pueblo limeño, se reunieron con el presidente Juan Velasco Alvarado y dejaron como valioso presente un trozo de roca lunar.

Los tripulantes del Apolo XII llegaron con precisión, puntuales como cuando conquistaron la Luna, informó La Crónica. El avión de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos aterrizó en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez a las 12:43 horas del 17 de febrero de 1970. El primero en descender fue Charles Conrad, comandante de la misión espacial; le siguieron Richard Gordon y Alan Bean. 

Bienvenida

A poco de pisar suelo peruano los astronautas recibieron el saludo del presidente de la República por medio de su edecán, el coronel EP Eduardo Gerea. Centenares de personas le dieron la bienvenida en nuestro primer terminal aéreo, que lucía sus balcones abarrotados, mientras una nube de fotógrafos y periodistas se arremolinaron cerca del tabladillo desde donde los ilustres visitantes, acompañados por sus esposas, pronunciaron breves discursos.

Se iniciaba así una breve, pero histórica visita de amistad y buena voluntad promovida por el presidente estadounidense Richard Nixon. Durante 20 horas y 50 minutos, los héroes del espacio acapararían toda la atención de un país que por entonces seguía con igual expectativa la preparación de su selección para el mundial de fútbol México 70 y las reformas sociales del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas.

Multitud

A la 1 de la tarde, en auto descubierto y seguidos por una comitiva de doce vehículos, iniciaron su traslado desde el aeropuerto hasta el centro de Lima. Una multitud aclamó a los tres visitantes a su paso por las avenidas Faucett, Perú y Zarumilla en San Martín de Porres.

La caravana siguió por el Puente del Ejército, Alcázar, la Alameda de los Descalzos, Paseo de Aguas, Acho, la avenida Abancay y el Parque Universitario hasta llegar a la Plaza San Martín. Durante todo el recorrido, miles de personas los vitorearon en forma entusiasta, mientras Conrad, Bean y Gordon saludaban y sonreían cordialmente.

“Lima aclamó a los héroes de la Luna” tituló en portada La Crónica, que dio una amplia cobertura a la llegada de los astronautas del Apolo XII. No era para menos. Apenas dos meses antes, el 19 de noviembre de 1969, Charles Conrad, Alan Bean (que dejaron su huella en el satélite) y Richard Gordon (que permaneció en órbita lunar) le habían brindado al mundo el triunfo del segundo alunizaje humano y el primero de precisión en el lugar señalado: el Océano de las Tormentas en la parte occidental de la Luna.

Tras el apoteósico recorrido, llegaron hasta el Hotel Bolívar, donde almorzaron. Se alojaron en las habitaciones 306, 308 y 310, que desde ese momento fueron las más resguardadas por miembros de la Policía de Investigaciones del Perú (PIP) y el FBI. Mientras que miembros de la NASA y funcionarios de la Embajada de Estados Unidos coordinaban acciones para el cumplimiento de una apretada y agotadora agenda de actividades.

A las 3:30 de la tarde, los astronautas rindieron un emotivo homenaje a Jorge Chávez. Colocaron al pie del monumento al héroe de la aviación nacional una ofrenda que llevaba en flores de diversos colores una representación de la Luna y sobre ella se leía “Apolo XII”.

Más tarde, los astronautas fueron recibidos en Palacio de Gobierno por el presidente Juan Velasco Alvarado. “Me cabe el honor de daros la bienvenida a este país que en estos momentos lucha por su desarrollo y por desterrar para siempre la miseria. Agradezco al presidente Nixon por este magnífico gesto, por esta brillante iniciativa de haberos enviado como portadores de un mensaje de amistad, como portadores del abrazo del pueblo de los Estados Unidos al pueblo del Perú”, enfatizó el mandatario.

Trozo de roca lunar

El Diario Oficial El Peruano informó en primera página que Charles Conrad le entregó al presidente Velasco una bandera peruana que fue llevada a la Luna por sus antecesores del Apolo XI, “un pequeño trozo de roca lunar”, una réplica de la placa recordatoria dejada en el suelo lunar y una hermosa fotografía en colores de la superficie terrestre como significativo presente de los Estados Unidos al pueblo peruano. A cambio, los astronautas recibieron unos platos confeccionados en plata con el escudo del Perú.

De regreso al Hotel Bolívar, los astronautas brindaron una conferencia de prensa en la que señalaron ser portadores de un mensaje de paz. Preguntados sobre la guerra en Vietnam, se mostraron a favor de una pronta solución al conflicto. Además, expresaron su esperanza de que cada dólar que invirtiera su país en los viajes a la Luna revirtiera en provecho de la humanidad y resaltaron que desde el espacio veían con precisión el Perú.

Alan Bean resaltó que él y sus compañeros se sentían especialmente satisfechos de llegar a tierra peruana. Manifestó que el Jorge Chávez es uno de los mejores aeropuertos del mundo y agregó que nuestro país “ha despertado siempre gran interés en mí, particularmente por su pasado histórico y por sus ruinas que datan de tiempos inmemoriales”.

Alas de Oro

En la noche el ministro de Aeronáutica, teniente general FAP Rolando Gilardi, impuso las Alas de Oro a los cosmonautas Alan Bean y Charles Conrad, consagrándolos Pilotos Honoris Causa de la Fuerza Aérea del Perú. Richard Gordon, poseedor de tal distinción desde su visita anterior, dijo al recibir un plato recordatorio: “Sentí orgullo haber llevado esta insignia en mi vuelo a la Luna. Me siento muy honrado”.

A la mañana siguiente, los tres héroes del Apolo XII partieron a Chile. Terminaba así la visita de los autores de la segunda gran hazaña del hombre para abrirse paso por el universo.