El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, llamó hoy ante el pleno del Parlamento Europeo a seguir imponiendo sanciones a Rusia y enviando apoyo militar y humanitario a Ucrania ante una invasión que consideró un ataque a todas las democracias.
«No podemos decepcionar a Ucrania. Cuentan con nosotros, así que usemos todas las herramientas a nuestra disposición», dijo Trudeau en una alocución ante la Eurocámara en Bruselas, donde se encuentra para asistir a las cumbres de líderes de la OTAN y del G7 que se celebran mañana, jueves.
El primer ministro canadiense pidió aumentar la ayuda humanitaria para apoyar a los afectados por la guerra y «pensar ya en invertir para reconstruir Ucrania después», así como «seguir enviando equipamiento militar y ayuda letal para apoyar a Ucrania en su defensa heroica, no solo de su tierra, sino de todos los principios que defienden a las nuestras».
«Tenemos que seguir imponiendo sanciones sin precedentes a (el presidente ruso Vladimir) Putin y sus vecinos en Rusia y Bielorrusia, aumentando la presión tanto como podamos. Tenemos que asegurar que la decisión de invadir un país soberano e independiente se entiende como un fallo estratégico que lleva consigo costes ruinosos para Putin y Rusia», insistió Trudeau.
«El ataque de Putin es un ataque a los valores que son los pilares de todas las democracias», apostilló el mandatario canadiense, quien llamó a la unidad de los socios europeos y aliados transatlánticos para defender una democracia «amenazada».
En un discurso en inglés y francés, Trudeau insistió en que Putin «ha infringido los principios más fundamentales del derecho internacional» con el asesinato de civiles inocentes y el bombardeo de hospitales e inmuebles residenciales y en que «este desprecio flagrante de las leyes y la vida humana constituye una amenaza inmensa para Europa y para el mundo entero».
«Putin pensó que estábamos divididos, que podía debilitar a la UE y la OTAN. Cometió un error de cálculo y le ha salido el tiro por la culata», dijo Trudeau, para quien los socios europeos y la Alianza Atlántica «están ahora más resueltos y unidos que nunca».