Aplaudido por el público en su primer pase a la prensa, Spencer narra las navidades en que Diana de Gales decide divorciarse del príncipe Carlos, heredero de la corona de Inglaterra. La cinta marca la cuarta participación de Larraín en ese festival, en esta ocasión, para contar una historia real y un momento preciso de la vida de Lady D.

Un reto que aborda sumergiéndose en la psicología de esa joven y bella noble, protagonista de la boda del siglo, pero que chocó con la insostenible tradición y los recatos de la realeza británica. “Es un cuento de hadas al revés”, confesó a la prensa el director chileno, que ilustra con un ritmo angustiante y estresante, gracias a la música de Jonny Greenwood, ese fin de semana infernal en la década del 90 en el que Diana Spencer toma la decisión histórica de divorciarse del príncipe Carlos.

Las órdenes, los trajes, las obligaciones, las cortinas cerradas y hasta cosidas, la anorexia, la bulimia y las autolesiones son relatados mientras acecha la prensa y la familia real impone sus ritos en su finca de Sandringham, en Norfolk.

Con el guion del veterano Steven Knight, el filme resulta también un homenaje a ese gesto de libertad y rechazo al sometimiento, que sus hijos de alguna manera entienden y comparten, representado en la escena liberatoria final. “El personaje empieza derrumbado, luego se convierte en un fantasma y finalmente se cura”, resumió el cineasta. (I)