Local de carnes y parrillas El Pibe puso un lazo negro en señal de duelo
Carlos Rojas lleva puesta la camiseta de Boca Junior y Sergio Rismamt la de la selección de Argentina. Casi siempre visten así para atender a sus clientes en el restaurante de carnes y parrillas El Pibe, en el barrio de Chicago, provincia de Trujillo; sin embargo, hoy también lo hacen para rendir homenaje al astro argentino, Diego Armando Maradona, quien partió ayer a la eternidad.
Precisamente son esas camisetas que El Pelusa amó e hinchó mucho, pero además alcanzó la gloria con sus goles, regates y alguna mano ilegal; aunque también es ídolo en Nápoles de Italia, cuyas hinchas han salido a gritar el nombre de Diego Maradona.

También vistió las camisetas de Barcelona y Sevilla de España, Newell ‘s Old Boys y Argentinos Junior, pero sin alcanzar título alguno.
Como señal de duelo, Carlos Rojas ha mandado a poner un lazo negro en la gran bandera de Argentina que cuelga en la pared del fondo de su negocio. Él, aún sigue consternado por la lamentable noticia que no solo ha afectado a los argentinos, sino a todo el mundo.
“Todo el mundo está triste con todo lo que ha pasado, aparte estando lejos de nuestro país, es aún mucho más complicado”, afirma Carlos, quien hace 16 años dejó su natal provincia de Rosario, en Argentina, para venir a Perú en busca de mejores rumbos.
Carlos narra que fue su familia, en Argentina y por WhatsApp, quienes le informaron del deceso de Diego. Fue un paro cardiorrespiratorio que el astro argentino no pudo amagar. “Argentina está de luto. Muchos han salido a las calles, a cantar el himno, todo en honor a Diego Maradona. Es un ídolo”, apunta.
Varias horas después de la noticia, Carlos piensa en Diego como futbolista, ese ser humano que hizo vibrar a todo un país, y al mundo con sus jugadas, y que fue capaz de dar la segunda copa del mundo a Argentina, y la última.

Él tenía 8 años de edad, hoy 45, y recuerda que lo escuchó por radio. Aquel día se había desatado una lluvia torrencial en Rosario, quizás ahora piensa que solo una muestra de reconocimiento de la naturaleza también para Diego. Fue 3-2 para los sudamericanos.
A Sergio lo llamó un amigo de Argentina para decirle que sintonice el canal de noticias argentino TN. Le pedía que lo vea por sus propios ojos, porque él no se animaba a dársela. Cuando hizo lo que le pedían, simplemente quedó consternado, con la incredulidad en los labios.
Él prefiere no juzgar la vida privada de Diego, aunque es honesto al decir que no comparte ninguna de las acciones con las que El Pelusa dio que hablar fuera de las canchas.
A diferencia de Carlos, él sí tuvo la suerte de ir a México para disfrutar de los partidos del mundial, especialmente el estadio Azteca, donde Diego Armando Maradona entraría en la historia del fútbol mundial.
Rismamt es hincha de San Lorenzo y confiesa que sufrió a Diego jugando contra su equipo, pero a la vez era un placer verlo jugar, sobre todo cuando se ponía la albiceleste, porque es ahí cuando el nativo de Lanús se “transformaba”.
“Cuando Diego se ponía la camiseta de Argentina era otra persona, y quizás por eso hasta jugó lesionado muchas veces por los golpes que le daban los rivales en la cancha de juego, donde él era feliz”, sostiene.

Sergio está convencido que a los 60 años se es muy joven para morir. Él tiene 62 años y desde hace 3 años que llegó proveniente también de Rosario, Argentina, a Trujillo para poder buscar un mejor rumbo para vida y la de su familia.
Ambos esperan organizar a las 56 familias de residentes argentinos en Trujillo para poder realizar alguna actividad simbólica y significativa, en homenaje a Diego Armando Maradona. Esperan juntarse en El Pibe, ubicado en jirón Sucre 461, o en algún otro lugar.