El gobierno federal amplió su control sobre la capital al anunciar que el Departamento de Transporte asumirá la administración de Union Station, el principal centro de transporte de Washington, desplazando a Amtrak de esta responsabilidad.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, informó la decisión el miércoles mediante un comunicado, antes de acompañar al presidente de Amtrak, Roger Harris, en el lanzamiento del NextGen Acela, el nuevo tren de alta velocidad del servicio ferroviario.
Duffy señaló que Union Station, ubicada a pocos pasos del Capitolio, “había caído en el abandono” y subrayó que debería ser un “motivo de orgullo” para la ciudad. “Al recuperar la gestión de la estación, ayudaremos a hacer de esta ciudad un lugar seguro y hermoso a una fracción del costo”, afirmó.
La medida se alinea con los planes del presidente Donald Trump, quien la semana pasada solicitó al Congreso 2.000 millones de dólares para mejorar la infraestructura y embellecer Washington bajo un control federal más directo. Además, Trump ha desplegado miles de tropas de la Guardia Nacional y funcionarios de seguridad en la capital, argumentando que el crimen violento había debilitado la ciudad, aunque las estadísticas locales muestran una tendencia a la baja.
Desde el inicio de la intervención federal, las tropas de la Guardia Nacional patrullan dentro y fuera de Union Station. La semana pasada, el vicepresidente JD Vance y el secretario de Defensa Pete Hegseth fueron abucheados durante su visita a las tropas, reflejando la controversia que genera la medida.
Durante la presentación del tren, Duffy también destacó los esfuerzos de la administración para convertir Union Station en un centro de tránsito de clase mundial, según el comunicado del Departamento de Transporte. Cabe recordar que Duffy había enviado en marzo una carta a Amtrak exigiendo un plan actualizado para mejorar la seguridad en la estación.