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Falleció Leopoldo Chariarse, destacado poeta de la generación del 50

Su deceso a los 97 años fue el pasado 21 de agosto en Alemania

Leopoldo Chariarse, destacado poeta peruano de la Generación del 50, falleció el pasado 21 de agosto en Düsseldorf, en Alemania.

Nacido en Chiclayo en 1928 y fallecido en Alemania, país donde residió gran parte de su vida, el poeta caracterizó su obra por una lírica intimista y reflexiva que marcó un hito en la poesía peruana, combinando influencias de la tradición occidental con un profundo interés por la filosofía oriental, el yoga, el sánscrito y la música, siendo un eximio intérprete del arpa y el laúd.

Chariarse publicó su primer poemario, Los ríos de la noche (1952), que recibió elogios de figuras como Julio Ramón Ribeyro, quien destacó su serenidad y pureza verbal. Este libro, junto a La cena en el jardín (1975), Margen de la nostalgia (1988), Elegías (1998) y Los sonetos (1999), consolidó Dennis la posición de Chariarse como un poeta de gran sensibilidad, explorando temas como la noche, el amor, el otoño y la fugacidad del tiempo. Su poemario Solsticio (2000) le valió el Premio Copé de Plata en la IX Bienal de Poesía, reafirmando su capacidad para evocar la contemplación natural y el deseo con versos de gran musicalidad.

Fue discípulo de José María Arguedas y amigo de Jorge Eduardo Eielson y Ribeyro, con quien viajó a Europa en los años 50, Chariarse se destacó por su estilo único, alejado de las modas literarias y profundamente conectado con una visión universal de la existencia. En Alemania, donde se radicó, dirigió el instituto Gesellchaft für Bildung y se dedicó a la enseñanza del yoga, integrando su interés por las filosofías orientales en su vida y obra.

Considerado un “solitario lírida en una isla de perfección”, según Marco Martos, su poesía es descrita como un “mar de calma” y una “fiesta de palabras”, comparable a los cigarrales de Toledo celebrados por Tirso de Molina. Su legado perdura en antologías como El resplandor de la niebla (2008) y en el reconocimiento del Instituto Nacional de Cultura del Perú en 2004 como integrante clave de la Generación del 50.

Leopoldo Chariarse deja un vacío en la literatura peruana, pero sus versos, cargados de melancolía sutil y un presente eterno, seguirán resonando en lectores de todo el mundo.


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