Un estudio de expertos en salud pública de la Universidad de California (UCLA) alerta sobre la presencia de partículas finas en el aire de las estaciones de carga rápida de vehículos eléctricos en Los Ángeles y sus posibles efectos sobre la salud.
La investigación analizó muestras de filtros de aire de 50 estaciones de carga rápida en 47 localidades de la ciudad, con el objetivo de medir el impacto ambiental y sanitario. Los resultados mostraron que las concentraciones diarias de partículas finas oscilaban entre 7,3 y 39,0 µg/m³, significativamente más altas que en zonas urbanas sin estaciones, donde la presencia de partículas era de 3,6 a 12,4 µg/m³.
Michael Jerrett, profesor del Departamento de Ciencias de la Salud Ambiental de la UCLA y coautor del estudio, advirtió: “Para cualquier persona, la exposición a partículas finas puede generar problemas de salud, y para quienes tienen afecciones previas o mayor sensibilidad, los riesgos son aún mayores”.
Jerrett explicó que las partículas finas pueden viajar profundamente a los pulmones e incluso ingresar al torrente sanguíneo, aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas o pulmonares.
Los investigadores señalaron que la presencia de estas partículas podría deberse a la resuspensión de polvo provocada por el paso de corriente eléctrica en los gabinetes de carga rápida, así como al funcionamiento de ventiladores de enfriamiento, que podrían liberar polvo y partículas de los componentes internos de las estaciones.