Raphaël Graven, conocido en redes como Jean Pormanove o simplemente JP, falleció este lunes en Contes, cerca de Niza, tras protagonizar una maratónica transmisión en directo que se prolongó casi 300 horas. Durante ese tiempo, el hombre de 46 años —exmilitar y bajo tutela por discapacidad— fue sometido a humillaciones y agresiones físicas que formaban parte de un polémico “espectáculo” en línea.
La noticia ha causado gran conmoción en Francia y ha puesto en el centro del debate la responsabilidad de las plataformas de ‘streaming’ y de quienes producen este tipo de contenidos.
Graven se había hecho popular en Kick, donde reunía a medio millón de seguidores. En esa plataforma participaba junto a otros creadores en transmisiones marcadas por la violencia: golpes, insultos, estrangulamientos, escupitajos y otros abusos que eran presentados como “entretenimiento” y que servían para recaudar dinero en forma de donaciones y suscripciones. En su última emisión, según la prensa francesa, se habrían acumulado más de 36.000 euros.
El desenlace fue trágico. Testigos de la transmisión alertaron al ver a Graven inmóvil sobre un colchón, sin responder a estímulos ni mensajes. Poco después, las cámaras se apagaron. En redes circulan imágenes donde se observa a sus compañeros golpeándolo e insultándolo momentos antes.
La Fiscalía de Niza ha abierto una investigación y se realizará una autopsia para establecer la causa exacta de la muerte. Mientras tanto, el caso aviva la discusión sobre los límites del contenido en Internet.
