Perú tiene una vasta riqueza cultural y natural además de poseer una oferta turística incomparable que va desde la ciudadela de Machu Picchu hasta las misteriosas Líneas de Nasca, pasando por el Lago Titicaca y la incomparable gastronomía peruana.
Contamos con todos los ingredientes para ser un líder mundial en turismo, y sin embargo a pesar de contar con estos tesoros seguimos fuera del top 10 de destinos turísticos en América y la razón principal es una gestión totalmente ineficiente del sector.
Machu Picchu, una joya mal administrada
Machu Picchu es reconocida como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo y es debería bastar para que sea el principal motor del turismo en nuestro país pero el problema es que su gestión ha estado marcada a lo largo de loa años por la ineficiencia.
Hay un malrato a lo turistas que muchas veces tienen que esperar hasta tres días en Aguascalientes para poder compra su boleto de ingreso. Las fallas en la plataforma oficial del Ministerio de Cultura y a el control insuficiente sobre la venta presencial ha permitido la intervención de mafias dedicadas a la reventa.
La Cámara de Turismo del Cusco ha mostrado su rechazo a la manera como el Ministerio de Cultura meneja la venta de boletos afirmando que los problemas en la gestión de entradas han sido reiterados y a pesar de haberlo denunciado oportunamente la respuesta ha sido insuficiente.
Otros destinos desaprovechados
Machu Picchu no es el único destino que enfrenta estos desafíos, otros destinos como el Lago Titicaca, el Cañón del Colca y las playas del norte del país sufren igualmnte de una gestión que raya en la incompetencia.
Accesos complicados, servicios turísticos malos y limitados además de una promoción internacional casi nula han impedido que estos lugares alcancen su máximo potencial y sena considerados por los turistas de otros países.
Mientras tanto, otros países como México, Brasil y Colombia nos llevan la delantera e invierten en campañas de promoción que combinan naturaleza, cultura y entretenimiento y logran posicionarse como destinos turísticos de primer nivel.
El impacto económico de la mala gestión
La falta de una estrategia turística eficiemte nos trae consecuencias económicas negativas; se presentan cancelaciones de reservas, disminución en las ventas y una pérdida de confianza de los turistas que ha afectado seriamente al sector.
Según algunas estimaciones, las ventas han caído entre un 40% y un 45% en los últimos meses debido a la incertidumbre sobre las reservas y las restricciones implementadas sin una comunicación adecuada.
La necesidad de una reforma integral
Para cambiar este sombrío panorama se necesita aplicar una reforma integral en la manera como se gestiona el sector turismo y esto incluye la implementación de una plataforma digital única y segura para la venta de boletos, la mejora de la infraestructura en los destinos turísticos, la capacitación del personal y una promoción internacional agresiva.
Solo con una estrategia coordinada liderada por profesionales competentes se podrá transformar el enorme potencial turístico que tenemos en resultados concretos y sostenibles en el tiempo.
Perú posee un patrimonio turístico diverso pero la mala gestión a lo largo de los años ha impedido que se convierta en un líder mundial en este sector.
Ahora es cuando las autoridades deben de asumir su responsabilidad y trabajar en conjunto con los actores locales para desarrollar una estrategia turística que aproveche al máximo el potencial del país; de lo contrario seguiremos siendo un gigante dormido, con maravillas que pocos logran disfrutar.