Una impresionante erupción volcánica sorprendió a la península de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia, luego de que el monte Krasheninnikov entrara en actividad por primera vez en siglos, apenas días después de que un potente sismo sacudiera la región.
El fenómeno se produjo durante la noche del sábado al domingo, arrojando una gigantesca columna de ceniza que alcanzó los 6 kilómetros de altura, según reportaron los guardaparques de la Reserva Kronotsky, donde se sitúa este antiguo volcán. Imágenes difundidas por medios estatales muestran una densa nube elevándose hacia el cielo, rumbo al océano Pacífico.
A través de Telegram, el Ministerio de Emergencias de Kamchatka señaló que la trayectoria de la ceniza no afecta zonas habitadas, y hasta el momento no se han reportado precipitaciones de ceniza en comunidades cercanas.
La erupción fue precedida por un terremoto de magnitud 6,8, lo que llevó a las autoridades a emitir una alerta de tsunami en tres sectores de Kamchatka. Horas más tarde, dicha alerta fue retirada por el Ministerio de Servicios de Emergencia de Rusia.
Olga Girina, directora del equipo de monitoreo de erupciones volcánicas de Kamchatka, explicó a la agencia RIA Novosti que esta sería la primera erupción históricamente confirmada del Krasheninnikov en seis siglos. Sin embargo, el Programa de Vulcanismo Global del Instituto Smithsonian, en Estados Unidos, ubica la última actividad eruptiva en el año 1550, lo que indicaría un periodo de inactividad de unos 475 años. La causa de esta diferencia en los registros aún no ha sido aclarada.
Una imagen aérea capturada por el videógrafo Artem Sheldr muestra el impresionante espectáculo natural, con el volcán lanzando ceniza desde el llamado cinturón volcánico oriental, a unos 200 kilómetros al noreste de la ciudad de Petropavlovsk-Kamchatsky.
Por la noche del domingo, las autoridades locales informaron que la actividad del volcán mostraba signos de descenso, aunque advirtieron que podrían registrarse nuevas explosiones de intensidad moderada en las siguientes horas.
Esta erupción llega poco después del terremoto de magnitud 8,8 que estremeció el Lejano Oriente ruso la madrugada del miércoles, generando pequeñas olas de tsunami en las costas de Japón y Alaska, y activando alertas en regiones tan lejanas como Hawái, Centroamérica, América del Norte y el Pacífico Sur, incluida Nueva Zelanda.