Una inteligencia artificial que no solo conversa, sino que piensa, decide y actúa en nombre del usuario; no es una escena de Terminator ni el tráiler de una serie futurista: es la última actualización de ChatGPT, lanzada el 17 de julio por OpenAI, y está generando tanto entusiasmo como preocupación.
La nueva función llamada modo agente convierte a ChatGPT en un asistente autónomo que puede navegar en internet, ejecutar código, acceder a correos, calendarios, plataformas y realizar tareas complejas… sin que el usuario tenga que intervenir directamente.
Aunque OpenAI asegura que todo está bajo control muchos expertos ya advierten que este avance podría marcar el inicio de una peligrosa dependencia de sistemas automatizados que piensan y actúan por nosotros.
¿Asistente o sustituto?
Con una efectividad del 92 % en tareas reales, el agente puede organizar tu agenda, enviar correos, hacer compras e incluso interactuar con otros sistemas.
¿Qué sigue? ¿Que tome decisiones sin consultarte? Aunque la empresa afirma que el usuario debe aprobar cada acción crítica, el solo hecho de que la IA pueda planear y ejecutar operaciones complejas en segundo plano genera serias dudas sobre los límites éticos y tecnológicos de esta herramienta.
¿El nacimiento de Skynet?
Podrpia ser la Skynet de esta década, se llamaría «SkyGpt»; no es para menos, una IA que accede a tu información personal, decide por ti y se conecta con múltiples servicios digitales rompe la frontera entre la asistencia y el control total. ¿Y si un día decide que tú no eres eficiente y toma el mando?
OpenAI promete que hay límites, como la restricción en transacciones bancarias o acciones sensibles, pero si algo hemos aprendido de la historia de la tecnología es que los límites siempre son temporales.
¿Quién tiene el poder?
La función solo está disponible para suscriptores de pago (Pro, Plus y Team), pero eso no reduce el riesgo sino que lo concentra en manos de una élite tecnológica y mientras tanto, los usuarios gratuitos miran desde fuera cómo se gesta un cambio de paradigma: una IA que ya no solo responde, sino que actúa por su cuenta.

Hoy organiza tu calendario. Mañana, ¿quién sabe?
Lo que empezó como una herramienta de ayuda podría transformarse en el sistema que tome decisiones por la humanidad. Como dijo Sarah Connor: el futuro no está escrito… pero ahora lo escribe una IA.