El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una nueva acusación contra los demócratas y en particular contra la exvicepresidenta Kamala Harris, a quien acusó de haber pagado sumas millonarias a celebridades a cambio de su respaldo durante la última campaña electoral.
«Kamala y todos los que recibieron dinero por apoyar públicamente su candidatura violaron la ley. Deberían ser procesados», escribió este sábado en su red Truth Social.
Trump denunció que, tras los comicios presidenciales, los demócratas admitieron haber pagado, presuntamente de forma ilegal, 11 millones de dólares a la cantante Beyoncé —quien ni siquiera llegó a cantar y abandonó el escenario ante los abucheos del público—, 3 millones a Oprah Winfrey por «gastos», y 600 mil dólares al activista y presentador Al Sharpton, a quien calificó de «peso ligero». Según el mandatario, también hubo pagos a otras figuras que serán reveladas más adelante.
Además, aseguró que estos «honorarios ridículos» fueron mal registrados en los informes financieros de campaña, lo que —a su juicio— convierte estos pagos en actos ilícitos. «No se puede pagar por un respaldo. Es totalmente ilegal», afirmó. «¿Se imaginan si los políticos empezaran a pagar a personas famosas para que los apoyen? Sería un desastre».
Trump ya había adelantado en mayo que pediría una investigación exhaustiva sobre la participación de celebridades en los eventos proselitistas de Harris durante las elecciones de 2024.
Según medios estadounidenses, la campaña de Harris habría gastado un récord de 1.500 millones de dólares en tan solo 15 semanas. A pesar de esta millonaria inversión, que incluyó cerca de 494 millones solo en producción y compra de anuncios televisivos y digitales, los resultados fueron desalentadores: el Partido Demócrata obtuvo su peor desempeño en dos décadas.