Hay discos que suenan bonito. Y hay otros que te abrazan cuando más lo necesitas. “Niño Bueno”, el nuevo álbum del cantautor y productor Fabian, pertenece a esa segunda categoría. Es una bitácora sonora del paso de la adolescencia a la adultez, un mapa emocional de lo que ocurre entre los 17 y los 21 años: cuando el amor parece urgente, el mundo confuso y uno mismo un misterio sin resolver.
Lanzado este 25 de julio, el disco se despliega en dos partes —Niño Bueno A y Niño Bueno B— como si fueran dos lados de una conversación con uno mismo, a veces en voz alta, a veces en susurros. En sus letras no hay poses ni fórmulas, solo honestidad: esa que duele, pero también libera.
Influenciado por artistas como John Mayer, The 1975, Shawn Mendes y Daniel Caesar, Fabian escribe desde un lugar donde lo íntimo se vuelve universal. Su mirada mezcla la nostalgia de sus raíces latinas con la experiencia de haber crecido en Estados Unidos, creando una voz propia, tierna y punzante a la vez.

Temas como “Porcelana”, “Aire” o el que da título al álbum, “Niño Bueno”, son pequeñas cápsulas de memoria, donde los sentimientos no se explican, se sienten. Pero quizás el momento más conmovedor llega con “diecinueve”, canción que regresa en dos nuevas versiones: una grabada “en el campo” y otra con la colaboración del artista PUCHE. Porque hay emociones que merecen ser contadas más de una vez.
La joya central del disco es “Contraste”, un tema que retrata ese instante —tan real, tan común— en que nos volvemos a cruzar con alguien que amamos y ya no está. Lo que fue, lo que ya no será, y lo que todavía duele. Un contraste, como su nombre lo dice, entre el ayer y el hoy.
“Es un proyecto que hice para mí, para recordar quién fui de los 17 a los 21”, confiesa Fabian. “Es un autorretrato de un niño bueno”.
Tracklist de “Niño Bueno”:
- Contraste
- A los 20
- Porcelana
- Bajo la mesa
- Diecinueve
- Aire
- Niño Bueno
- Diecinueve (en el campo)
- Diecinueve remix ft. PUCHE
Con este álbum, Fabian no solo confirma su talento como narrador sonoro, sino que se posiciona como una de las voces más sensibles y prometedoras del pop alternativo latino. Escuchar “Niño Bueno” es, en el fondo, mirarse al espejo de lo que fuimos, y quizá, también, de lo que aún somos.