Opinión

Análisis de coyuntura nacional e internacional

Riesgos electorales y crisis institucional

En el escenario contemporáneo, la dimensión emocional ha desplazado progresivamente a la racionalidad como motor de la toma de decisiones colectivas, configurando una condición estructural que afecta gravemente el discernimiento ciudadano. Aún más grave en época de elecciones. 

En este contexto, la Desinformación se ha convertido en una amenaza significativa para la seguridad nacional en diversos países, no solo por su capacidad de desestabilización interna, sino también por su uso estratégico en conflictos interestatales. Las redes sociales constituyen el vehículo principal de propagación, evidenciando una ciudadanía que, en gran medida, parece no advertir esta problemática o actúa inconscientemente como agente funcional a su avance. La proliferación de imágenes generadas mediante inteligencia artificial, así como la formación de opiniones públicas basadas en contenidos triviales como memes, auguran escenarios preocupantes, particularmente en procesos electorales futuros, en los cuales estos recursos digitales podrían ser decisivos para manipular la opinión pública.

En el caso peruano, se percibe una situación crítica marcada por la consolidación de redes de criminalidad organizada dentro del aparato estatal. Este fenómeno, que otrora fue advertido como una amenaza latente, se manifiesta hoy como una realidad que compromete seriamente la gobernabilidad. La ocupación progresiva de espacios territoriales por parte de organizaciones delictivas, así como su penetración en instituciones públicas, refleja un proceso de degradación institucional que ha sido largamente ignorado por los actores políticos, algunos de los cuales estarían incluso implicados. La evidencia más reciente incluye la liberación de sicarios y extorsionadoras, la persecución judicial infinita de miembros de las fuerzas del orden, la promulgación de normas que favorecen al delito y un conflicto político sostenido que deteriora aún más el sistema democrático, siempre con las consabidas frases de los responsables directos que mienten como respiran

El panorama político se caracteriza por una profunda fragmentación. Las coaliciones actuales agrupan sectores ideológicamente disímiles —como el socialismo y corrientes populistas—, lo cual impide la formulación de coherentes propuestas de gobierno, a ello se suman figuras políticas investigadas o prófugas que, en un giro paradójico, establecen alianzas con antiguos adversarios ideológicos, evidenciando una desvalorización del debate político y doctrinario. Por otro lado, sectores de la derecha experimentan una crisis estratégica interna, divididos entre posturas racionales y rivalidades personales que debilitan su capacidad de articulación política. Ya fuera con temor o esperanza, aun no se decide un frente sólido. 

El populismo corrosivo de varias agrupaciones políticas que no tienen un ideario serio o un plan de gobierno alineado con los objetivos nacionales del Perú, será mas de los mismo y cundirán los discursetes gatopardistas de querer cambiar todo para que todo quede igual.

Cabe destacar, sin embargo, un movimiento táctico relevante en la izquierda: la cesión de la representación simbólica a un liderazgo emergente como el del señor Alanoca, de origen aimara y formación académica sólida, quien podría constituirse en una figura aglutinante para el sur peruano. Esta estrategia contrasta con la trivialización del debate político presente de la derecha en particular.

En vista de este panorama, es previsible que el proceso electoral se desarrolle en un ambiente polarizado y hostil, donde el debate serio y argumentado será desplazado por campañas mediáticas agresivas y confrontaciones digitales, particularmente en su etapa final, donde se venderán “lealtades” a precio de incendio.

Finalmente, este escenario nacional se inserta en un contexto internacional marcado por alta incertidumbre. La criminalidad organizada trasciende las fronteras estatales y el principio de legalidad internacional se ve cada vez más reemplazado por una lógica de poder unilateral. En lo económico, el comercio exterior peruano —pilar fundamental del desarrollo nacional— enfrenta obstáculos derivados de políticas arancelarias adversas y de la creciente influencia china, lo cual exige una posición estratégica de las relaciones comerciales en un entorno global en transformación, donde impere la inteligencia de mantener socios importantes de nuestro lado, sin desdeñar a nadie por caerle bien a otro. 

General del Ejército de Perú, en situación de retiro, ex Jefe del Comando Conjunto de las FFAA, Ex Comandante General del Ejército, Ex Comandante del Comando Especial VRAE, ex Comandante del Frente Huallaga


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