“Hemos tomado decisiones puntuales y una de ellas es separar a siete jugadores para un recambio que el club necesita”, afirmó Julio César Uribe durante su presentación como nuevo director general de fútbol de Sporting Cristal.
Esta decisión responde a la necesidad de un recambio tras una temporada marcada por la eliminación en la Copa Libertadores y un desempeño irregular en la Liga 1, donde el equipo terminó en la quinta posición del Torneo Apertura, a siete puntos del líder Universitario.
El proceso de reestructuración comenzó con la salida de los jugadores extranjeros. El defensor Franco Romero dejó el club tras la finalización de su contrato en junio, sin que se produjera una renovación. El delantero Martín Cauteruccio fue liberado para incorporarse al Bolívar de Bolivia. El extremo Misael Sosa también abandonó la disciplina celeste, al ser transferido de manera definitiva al Godoy Cruz de Argentina.
En el caso de los futbolistas nacionales, la lista de bajas incluye a Jhilmar Lora, quien, pese a haber sumado minutos como titular tras la llegada del técnico brasileño Paulo Autuori, perdió protagonismo y dejó de ser convocado en los últimos encuentros; y a Jostin Alarcón, que solo disputó tres partidos como titular en la Liga 1 y cuyo contrato expira este año.
El joven defensor Leonardo Díaz, de 21 años, tampoco continuará en el primer equipo. La directiva optó por cederlo a préstamo, buscando que sume experiencia en otro club. Por último, el caso de Gianfranco Chávez permanece abierto: aunque el club le comunicó que existen ofertas por sus servicios, el jugador expresó su deseo de permanecer en la institución para luchar por un puesto, postura que cuenta con el respaldo del entrenador, por lo que su futuro aún no se ha definido.
La reestructuración de la plantilla abre la puerta a nuevas incorporaciones. La directiva de Sporting Cristal planea reforzarse con futbolistas nacionales y dos extranjeros, priorizando la llegada de un centrodelantero y un defensor.