Después de seis meses de prueba, los resultados están sobre la mesa: la semana laboral de cuatro días no solo es viable, sino que trae consigo múltiples beneficios. Así lo confirmó la organización británica 4 Day Week Foundation, que lideró un programa piloto con la participación de cerca de 1.000 trabajadores distribuidos en 17 empresas.
Según detallaron en un comunicado publicado en la red social X, todas las compañías participantes decidieron mantener la jornada reducida al finalizar el ensayo. Los indicadores de desempeño clave (KPI) no se vieron afectados negativamente y, por el contrario, se registraron mejoras significativas en otros aspectos: el 62 % de los empleados reportó una disminución del agotamiento y un 45 % expresó mayor satisfacción con su vida.
Joe Ryle, director de campaña de la fundación, celebró los resultados y afirmó que se trata de un «éxito rotundo». “Las 17 empresas han optado por continuar con la semana laboral de cuatro días. Han mejorado el bienestar del personal, la productividad y la capacidad de atraer y retener talento. Estas organizaciones no solo funcionan bien, están prosperando”, señaló.
Para Ryle, los datos lo confirman: “Este es el futuro del trabajo. La semana laboral reducida no solo es posible, sino que ya está dando frutos. Es hora de que se convierta en la nueva normalidad”.
