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El narcotráfico se moderniza, Colombia detecta y confisca un narcosubmarino no tripulado

En un operativo sin precedentes, la Armada de Colombia interceptó frente a las costas del Parque Tayrona, cerca de Santa Marta, el primer narcosubmarino no tripulado jamás incautado en el país. Esta embarcación, que operaba de forma teledirigida, estaba equipada con una antena satelital Starlink —tecnología de comunicaciones propiedad del empresario Elon Musk— y tenía capacidad para transportar hasta 1.5 toneladas de cocaína.

Según informó la Marina, el sumergible sería propiedad del Clan del Golfo, la organización criminal más poderosa del país. Aunque no se hallaron drogas en su interior, las autoridades creen que estaba siendo sometido a pruebas antes de ser utilizado para el envío de cargamentos ilícitos hacia Estados Unidos o Europa.

El hallazgo, calificado como un salto tecnológico en el modus operandi del narcotráfico, evidencia el avance hacia dispositivos no tripulados que reducen el riesgo para sus operadores y dificultan la detección por radar. Así lo señaló el almirante Juan Ricardo Rozo, comandante de la Armada, quien advirtió que las redes criminales están recurriendo cada vez más a este tipo de vehículos con autonomía parcial.

Los semisumergibles, también conocidos como Low Profile Vessels, no son una novedad en Colombia, país líder mundial en producción de cocaína. Desde hace más de dos décadas se han empleado este tipo de embarcaciones para transportar droga. No obstante, su tecnología ha evolucionado: son más veloces, tienen mayor alcance y son mucho más difíciles de rastrear.

En 2018 se marcó un récord con la incautación de 38 de estas naves entre los océanos Pacífico y Atlántico. Más recientemente, en noviembre de 2024, fue interceptado un semisumergible con cinco toneladas de cocaína cuyo destino era Australia.

De acuerdo con la investigadora Juana Cabezas, del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), los cárteles mexicanos —especialmente Sinaloa y Jalisco Nueva Generación— vienen invirtiendo desde al menos 2017 en tecnología y recursos humanos especializados para desarrollar estos submarinos no tripulados, aprovechando su presencia operativa en Colombia, donde se concentra el 67% de los cultivos mundiales de hoja de coca, según la ONU.

Con este decomiso, las autoridades colombianas advierten que la guerra contra el narcotráfico entra a una nueva etapa, donde la innovación tecnológica será uno de los principales frentes de batalla.


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