En toda América Latina, las políticas fiscales sobre ganancias de juegos en línea difieren sustancialmente. Mientras algunos gobiernos imponen altos impuestos acompañados de mecanismos de control complejos, otros han adoptado enfoques moderados o de carácter menos intervencionista. Esta diversidad regulatoria refleja la postura de cada país sobre aspectos como tributación digital, supervisión estatal y planificación fiscal. A pesar de la tendencia regional hacia un mayor control sobre las ganancias digitales, un sistema destaca por su simplicidad y la carga mínima que impone a las personas.
Según una investigación realizada por Gamble Insiders en 2025, Perú aplica la tasa más baja de impuestos sobre ganancias en línea en América Latina: un 1% fijo declarado directamente por el jugador. La responsabilidad del cumplimiento no recae en los operadores ni en intermediarios. En cambio, los individuos son legalmente responsables de calcular y pagar este monto. Esta política, establecida por la legislación nacional, es única tanto por su tasa como por su método de aplicación, y se aplica a usuarios de casinos confiables registrados en Perú.
La norma tributaria peruana bajo la Ley 31557
Como se detalla en el Estudio Fiscal Latam 2025 de Gamble Insiders, el modelo peruano está regido por la Ley 31557, que entró en vigor en febrero de 2024 tras su aprobación previa en 2022 y la publicación de sus lineamientos reglamentarios en 2023. La legislación introdujo un impuesto directo del 1% sobre las ganancias netas de juegos de azar en línea. La ley no se basa en retenciones por parte de las plataformas ni en declaraciones de terceros. En su lugar, define al jugador como el principal sujeto de declaración.
El reglamento es claro en su funcionamiento. El estudio señala que “la carga recae en el jugador: deberá autoliquidar el 1% periódicamente”. En este sentido, la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT) espera que los individuos autocalculen sus obligaciones fiscales y remitan el monto de forma independiente. Esto significa que toda ganancia, por pequeña que sea, genera una obligación del 1% a pagar por el contribuyente.
El impuesto peruano no contempla escalas, umbrales de exención ni topes de ingresos. Se aplica de forma uniforme a todos los montos y no impone deberes administrativos a los operadores respecto al cumplimiento a nivel individual. El informe tampoco menciona sanciones ni acciones coercitivas desde su implementación, probablemente debido a lo reciente del modelo.
Diferencias tributarias en otras jurisdicciones de Latam
La investigación de Gamble Insiders encontró que la mayoría de los países latinoamericanos aplican sistemas fiscales más altos o complejos. Brasil, por ejemplo, impone un impuesto del 15% sobre las ganancias netas superiores a R$2.112 mensuales bajo la Ley 14.790/2023. Esta política incluye definiciones detalladas de montos imponibles e integra requisitos de verificación de identidad financiera.
A su vez, Colombia opera bajo un régimen en el cual los operadores con licencia deben pagar el 15% de sus ingresos brutos a Coljuegos, el ente regulador nacional. Aunque los jugadores no están sujetos a impuestos directamente, este modelo distribuye efectivamente los costos mediante ajustes en precios internos y pagos. La ausencia de un impuesto directo a las ganancias individuales lo diferencia del modelo peruano, pero el impacto económico podría ser equivalente dependiendo de las estrategias del operador.
En Argentina, el sistema está fragmentado. Las leyes provinciales varían, y algunas regiones imponen cargos tanto a operadores como a transacciones. En Buenos Aires, varios impuestos se combinan para afectar significativamente la cadena de valor. Como resultado, el pago final que recibe el jugador puede reflejar múltiples niveles de deducción, incluso sin un impuesto explícito a nivel individual.
La estructura fiscal de México, por otro lado, incluye un impuesto general del 30% sobre ingresos de operadores y un 16% de IVA. El estudio de Gamble Insiders confirma que no existe un impuesto formal sobre las ganancias individuales en juegos en línea, aunque persisten efectos indirectos debido a las obligaciones fiscales de las plataformas.
Uruguay, por su parte, aún no ha implementado un marco regulatorio formal. El informe indica que los juegos de azar en línea permanecen en gran medida sin regular, sin mecanismos fiscales aplicados a las ganancias digitales de los jugadores. Sin embargo, la falta de regulación no equivale al establecimiento de una tasa baja; más bien, indica una brecha legislativa y no una política deliberada.
Solo Perú, según el análisis comparativo, ha codificado un impuesto nacional que es a la vez mínimo y autodeclarado directamente por los individuos a una tasa fija del 1%.
Importancia clave del modelo del impuesto del 1%
Este hallazgo es relevante por varias razones. Primero, la simplicidad del modelo peruano reduce la carga administrativa tanto para los individuos como para las autoridades estatales. No se requiere retención por parte de las plataformas, ni aplicación transfronteriza ni deducciones complejas. En su lugar, SUNAT confía en la honestidad declarativa y en cálculos mínimos.
Segundo, al aplicar el impuesto de manera uniforme desde la primera unidad de ganancia, la ley evita ambigüedades sobre umbrales de exención o cargas progresivas. Esto puede favorecer el cumplimiento entre quienes conocen la norma, aunque deja toda la responsabilidad sobre los usuarios para interactuar con los sistemas de declaración del Estado. Como se indica en el estudio, este modelo puede permitir una planificación fiscal más transparente, pero su sostenibilidad dependerá de las tasas de participación a largo plazo y del comportamiento de declaración.
Finalmente, el modelo del 1% de Perú podría influir en desarrollos regulatorios en otros países. A medida que los gobiernos monitorean las tendencias regionales, el equilibrio entre recaudación y simplicidad normativa puede captar interés. Mientras los modelos con tasas altas capturan mayores proporciones de ganancias significativas, pueden desalentar el cumplimiento o desviar la actividad hacia espacios no regulados. Una tasa baja y clara como la de Perú ofrece un contrapunto.
Observaciones finales del análisis regional
El impuesto fijo del 1% de Perú sobre ganancias en línea representa la obligación individual más baja y claramente definida en América Latina. Su simplicidad y modelo centrado en el jugador lo distinguen de todos los demás sistemas revisados en la región. Estos hallazgos forman parte del estudio comparativo 2025 de Gamble Insiders sobre tributación de ganancias de casino en América Latina.