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Una prueba rápida para detectar el cáncer de colon se abre camino en el Perú

En Perú, un equipo de investigadores liderado por la Dra. Yulan Hernández está desarrollando una prueba rápida y de bajo costo que podría revolucionar la detección temprana del cáncer colorrectal, una de las principales causas de muerte por cáncer en el mundo y en el país.

El proyecto se gesta desde 2021 en laboratorios peruanos, con la colaboración de la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP), la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y apoyo internacional del Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (INMA) en España. Utilizando tecnología similar a la de las pruebas rápidas de COVID-19, el equipo busca detectar concentraciones del antígeno carcinoembrionario (CEA), un biomarcador que se eleva en pacientes con cáncer colorrectal.

“El cáncer de colon suele avanzar sin mostrar síntomas en sus primeras etapas. Cuando las señales aparecen, muchas veces la enfermedad ya está avanzada y los tratamientos pierden eficacia”, advierte la Dra. Hernández. Solo en 2023, el Ministerio de Salud registró más de 500 nuevos casos en el país, y el 70 % fueron detectados en estadios tardíos.

Inspirada por la eficiencia y accesibilidad de las pruebas rápidas utilizadas durante la pandemia, la doctora y su equipo trabajan en un test de flujo lateral —similar al de embarazo— que utiliza nanopartículas de oro y aptámeros (moléculas de ADN sintético) para reconocer el CEA en muestras pequeñas de plasma sanguíneo. La presencia del biomarcador se hace visible mediante una línea coloreada, permitiendo una lectura rápida y sencilla.

Hasta ahora, el grupo ha logrado detectar niveles de CEA relevantes para diagnóstico temprano en laboratorio. El diseño, además, es escalable: puede adaptarse a otros tipos de cáncer o enfermedades gastrointestinales simplemente cambiando el biorreceptor.

Aunque aún no hay una fecha exacta para su disponibilidad en el mercado, se espera que esta tecnología sea económica y accesible gracias al uso de materiales como papel, pequeñas cantidades de reactivos, y una metodología que prescinde de equipos sofisticados.

La investigación, financiada inicialmente por Prociencia, enfrentó múltiples retos durante la pandemia, como restricciones para acceder a los laboratorios y demoras en el ingreso de insumos. A pesar de ello, el equipo avanza con determinación. En la actualidad, buscan nuevos fondos para continuar con las pruebas clínicas, optimizar la producción de las tiras reactivas y explorar su comercialización.

“El diagnóstico precoz puede prevenir hasta el 30 % de las muertes por cáncer. Por eso es vital invertir en herramientas que nos permitan detectar antes, tratar mejor y salvar más vidas”, concluye la Dra. Hernández.