La capital peruana registró hoy lunes la temperatura más baja del otoño —y del año— alcanzando los 12.1 °C en La Molina, mientras que en Carabayllo la humedad llegó al 100 %. Esta inusual sensación de frío se presenta semanas antes del inicio oficial del invierno, previsto para el viernes 20 de junio.
Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), la estación Von Humboldt, ubicada en La Molina, reportó esta mínima temperatura durante la noche y madrugada. En tanto, las zonas altas de Carabayllo registraron el nivel máximo de humedad ambiental, una combinación que incrementa la sensación térmica de frío extremo.
Frío costero seguirá en aumento
Voceros del Senamhi explicaron que este descenso progresivo de temperatura se debe principalmente a las frías aguas del mar y a los vientos persistentes del sur. Por ello, se prevé que Lima Metropolitana mantenga temperaturas mínimas de entre 12 °C y 16 °C durante esta primera semana de junio.
“Estos factores generan mayor nubosidad, presencia de niebla o neblina y lloviznas en las noches y madrugadas, intensificando la sensación de frío, especialmente en las zonas cercanas al litoral”, precisó la institución.
Lima este: un microclima que se enfría como en la sierra
Raquel Loayza, especialista del Senamhi, señaló que el sector este de Lima —donde se encuentran distritos como La Molina, Santa Anita y Chaclacayo— posee un microclima particular. “Durante las noches, el cielo suele despejarse completamente, lo que facilita un mayor enfriamiento, similar al comportamiento de la sierra”, indicó en entrevista con Canal N.
A diferencia de los distritos costeros, esta zona no cuenta con la influencia termorreguladora del mar, por lo que las temperaturas pueden caer más bruscamente. Ayer, por ejemplo, los distritos costeros promediaron los 15 °C, mientras que en Lima este se registró una media de 14 °C, con tendencia a disminuir en los próximos días.
Humedad extrema: “es como respirar agua”
Respecto a la humedad, Loayza explicó que las zonas ubicadas en laderas de cerros, como Carabayllo, son las más afectadas. Hoy, este distrito alcanzó el 100 % de humedad, mientras que en La Molina el nivel fue de 96 %.
“El vórtice costero actúa como un remolino que arrastra la humedad marina hacia las laderas, donde queda atrapada y bloquea el ingreso del sol. Por eso se siente como si se respirara agua”, detalló. Esta acumulación de humedad favorece la proliferación de enfermedades respiratorias.
Por ello, recomendó a la población ventilar adecuadamente sus viviendas para permitir la circulación del aire y evitar la concentración de virus en ambientes cerrados.