La vacunación infantil en el Perú enfrenta una crisis alarmante que amenaza la salud de miles de niños y niñas.
Desde 2012, América Latina registra un retroceso en la inmunización, y en nuestro país la cobertura de la vacuna DTP3 ha caído más de 20 puntos porcentuales, dejando a la población vulnerable a enfermedades prevenibles como el sarampión, la fiebre amarilla y la tos ferina.
La pandemia de COVID-19 agravó el problema al impulsar la desinformación, fomentada por una minoría antivacunas, lo que ha debilitado décadas de avances en salud pública.
Los retos en la salud y en la vacunación son enormes en el Perú: la desinformación y el acceso limitado en zonas rurales dificultan la inmunización.
Actualmente, el Perú atraviesa una grave crisis sanitaria por tos ferina, con 642 casos notificados, 408 confirmados y 10 fallecimientos, principalmente en niños menores de cinco años sin esquema completo de vacunación. Loreto reporta 490 casos y 9 de las 10 muertes, mientras un brote de fiebre amarilla suma 46 casos confirmados y 10 fallecidos, la cifra más alta en 15 años (Ministerio de Salud, 2025).
Es por ello que diversas organizaciones y familias exigen al ministro de Salud, César Vásquez, acciones urgentes: campañas intensivas, brigadas en áreas remotas y estrategias basadas en evidencia para restaurar la confianza en las vacunas y proteger a la infancia.