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¡Indignante! Perú le da la espalda a la historia: Ministerio de Cultura recorta en 42% el área protegida de las Líneas de Nazca

En un acto que podría pasar a la historia como uno de los atentados más graves contra el patrimonio cultural del país, el Ministerio de Cultura oficializó la mutilación de la reserva arqueológica más emblemática del Perú y allana el camino de minería ilegal.

En medio del silencio cómplice de muchos medios y el desconcierto de la comunidad científica, el gobierno peruano ha consumado un golpe devastador al legado cultural de la humanidad: el recorte del 42% del área reservada de las Líneas y Geoglifos de Nazca, uno de los tesoros arqueológicos más importantes del planeta.

Con la Resolución Viceministerial N.º 000128-2025-VMPCIC/MC, publicada el 28 de mayo, el Ministerio de Cultura redujo de 5,633 km² a solo 3,235 km² el espacio destinado a proteger estas enigmáticas figuras que han sobrevivido durante siglos.
¿La justificación? Que ahora, con “estudios más precisos”, ya no es necesario proteger tanto territorio.
¿La realidad? Se abren peligrosamente las puertas a la minería ilegal, la agricultura expansiva y la destrucción progresiva de un área que no ha sido estudiada completamente.

El ministro Fabricio Valencia asegura que “el patrimonio mundial no ha sido tocado”. Pero esa afirmación, aunque técnicamente cierta, es cínica. ¿Acaso las zonas que rodean las líneas, donde aún podrían hallarse trazos desconocidos, no forman parte del mismo ecosistema patrimonial? ¿Dónde está el principio de precaución frente a lo irreparable?

Expertos como Pieter Van Dalen, del Colegio de Arqueólogos del Perú, han advertido que aún hay mucho por descubrir en las zonas que ahora quedan desprotegidas. Si hoy el Estado les da la espalda, mañana será demasiado tarde para proteger lo que ya habrá sido arrasado por maquinaria, fuego y codicia.

Peor aún, este recorte no ocurre en un vacío. En los últimos años, informes y denuncias han alertado sobre el avance de la minería ilegal dentro del área reservada. Ahora, con este nuevo mapa oficial que excluye miles de hectáreas, esos mismos intereses encuentran un camino despejado, avalado por el propio gobierno.

Nos están robando el pasado delante de nuestras narices. Nos están despojando de una herencia que no solo le pertenece al Perú, sino al mundo entero. ¿Dónde están las voces de indignación? ¿Dónde están los que debieron proteger este legado con uñas y dientes?

Hoy son las Líneas de Nazca. ¿Mañana qué será? ¿Machu Picchu? ¿Kuelap?
El silencio ahora será complicidad.