“Las guerras arancelarias, como la actualmente impulsada por la administración del presidente Donald Trump, tienen impactos transversales sobre la economía global”, así lo señala Alejandro Narváez Liceras, profesor principal de Economía Financiera en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y presidente del Directorio de Petroperú, en un reciente artículo suyo titulado: “La guerra arancelaria y sus impactos en las empresas petroleras”, y publicado en su página web.
Señala que, si bien estos mecanismos buscan proteger industrias nacionales, sus efectos se extienden rápidamente a través de los mercados internacionales. “Uno de los sectores más sensibles a estas dinámicas es el energético, particularmente el mercado del petróleo. Al ser una materia prima estratégica y estar fuertemente vinculada al comercio internacional, el precio del petróleo reacciona con rapidez ante los choques geopolíticos y económicos que alteran el equilibrio de oferta y demanda global”, sostiene.
Anota que los estados financieros de las empresas petroleras —específicamente sus ingresos, costos operativos, márgenes y proyecciones de inversión— reflejan con mucha claridad los efectos adversos derivados del contexto arancelario actual.
El presidente de la petrolera estatal analiza así, de forma detallada, los principales impactos observados en los reportes financieros del sector petrolero durante el conflicto comercial de este año 2025:
Caída de ingresos
“La guerra arancelaria ha generado una fuerte desaceleración del comercio mundial, reduciendo la actividad industrial y el transporte, lo que ha deprimido la demanda global de petróleo y la caída de precios.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) proyecta para 2025 el menor crecimiento en la demanda de los último cinco años: sólo 730.000 barriles diarios adicionales. Por otra parte, el precio del marcador Brent cayó a $64,49/barril, y el WTI a $61,17, con un descenso del 15% en lo que va del año (Reuters, 2025)”.
Efecto en los estados financieros
“Como consecuencia de la caída de ingresos y los bajos precios se ha producido una sensible reducción de la cifra de negocios netos o ingresos por ventas, provocando una caída en el EBITDA (ingresos antes de interés, impuestos, depreciaciones y amortizaciones).
Veamos un par de ejemplos: Las previsiones de Exxon Mobil y Chevron para el segundo trimestre de este año (Q2-2025) muestran contracciones interanuales del 20% en sus ingresos totales.
Aumento de costos operativos
Narváez señala que los aranceles del 25% sobre acero, aluminio y equipos importados han encarecido los costos de perforación, mantenimiento de refinerías y transporte de crudo.
“Las empresas petroleras estadounidenses han reportado aumentos del 12% al 18% en costos de capital por proyecto desde la imposición de estas tarifas. En suma, se ha producido un aumento de costos operativos por aranceles y materias primas necesarias para este negocio”, sostiene.
En ese sentido, señala que los efectos del aumento de los costos operativos en los estados financieros son inmediatos y cita los siguientes: el aumento en el costo de ventas, reducción de los márgenes operativos, presiones sobre la rentabilidad de proyectos nuevos.
Recorte de inversión ante la incertidumbre
El titular de Petroperú, señala que “ante la incertidumbre, muchas empresas han recortado o diferido sus planes de inversión. Según distintas fuentes, se conoce que este año 2025, empresas como Shell, Total Energies y Equinor han recortado entre un 10% y 15% sus presupuestos de exploración y desarrollo, entre tanto, Ecopetrol (la empresa estatal petrolera de Colombia), enfrenta pérdidas por US$ 700 millones por cada dólar que baja el precio del petróleo. El efecto de estas decisiones es: la caída en el gasto de capital, disminución de activos en construcción y ajustes en el flujo de caja proyectado (Projected Cash Flow)”.
Impacto bursátil
Pero, además, sostiene en su artículo que “la incertidumbre provocada por la guerra arancelaria, también generó caídas en las acciones de las bolsas de valores del sector energético. El índice sectorial energético S&P 500 cayó un 12% entre febrero y abril de 2025, liderado por compañías petroleras”.
Del mismo modo, afirma que se denota algunas de las consecuencias de esta incertidumbre provocada por la guerra arancelaria son la caída en el valor de mercado de activos financieros, pérdidas contables por deterioro de activos y menor capitalización bursátil (valor de mercado de la empresa) y reducción en indicadores como ROA y ROE.
“Con menores ingresos, márgenes presionados y mayores costos logísticos, muchas empresas ven comprometida su generación de flujo de caja libre (Free Cash Flow). Todo ello, provoca a su vez, menos dividendos para los accionistas y aumento de la dependencia del financiamiento externo (recursos ajenos)”, apunta.
También señala que las tensiones geopolíticas y geoeconómicas que vive el mundo de hoy, están llevando a empresas como Repsol, Sinopec o Indian Oil a revisar y reestructurar sus contratos de suministro y a buscar nuevas alianzas y diversificación. “Estas decisiones tienen a su vez efectos inmediatos en los estados financieros: cambios en los ingresos operativos por modificación de precios y costos extraordinarios por cancelación de contratos o logística alternativa”, sostiene.
Conclusión
Para Alejandro Narváez Liceras, la “guerra arancelaria de 2025 ha impactado de forma directa y cuantificable en los estados financieros de las empresas petroleras y que ninguna empresa del sector está exenta de este duro golpe”.
Sostiene además que los “ingresos en descenso, los costos operativos al alza, la inversión recortada y la mayor presión sobre el flujo de caja definen un panorama sombrío y desafiante para la industria”.
Por ello, afirma que, para sortear esta crisis, las petroleras están reestructurando sus estrategias financieras: diversificando sus mercados, reduciendo exposición al comercio global y optimizando sus recursos.