La historia de la tecnología agrícola ha estado marcada por revoluciones que transformaron las prácticas agrícolas existentes en la época. Igual que la agricultura 3.0 o tercera revolución aumentó la productividad existente gracias a la mecanización, la agricultura se encuentra en plena expansión de su cuarta revolución o agricultura 4.0.
Las nuevas herramientas para el campo son tan variadas como la monitorización de cultivos por satélite, los drones, la robótica y maquinaria automatizada, sensores y otros elementos inteligentes o el software para agricultores. Gracias a ellas, los agricultores pueden trabajar de forma más precisa con los insumos, estar al tanto de cualquier problema relacionado con plagas, enfermedades o fenómenos meteorológicos y, en definitiva, tener una visión completa e inmediata de las condiciones de la explotación sin tener que estar físicamente presente en el campo.
Razones para usar la robótica en la agricultura
La robótica es una disciplina tecnológica que combina ingeniería de software, mecánica y eléctrica para proporcionar precisión y automatización a la agricultura y otros sectores. Los robots desempeñan múltiples funciones en el campo, desde monitorizar las condiciones de las plantas y aplicar fertilizantes hasta la cosecha hasta higienizar invernaderos y eliminar plagas. La adopción de la robótica en el sector responde no solo a las nuevas capacidades tecnológicas disponibles, también sirve para solventar otros problemas recurrentes en los últimos años, con la escasez de mano de obra humana como problema principal.
Dicha escasez de mano de obra genera desperdicios por valor de millones de euros cada campaña y el problema no tiene visos de corregirse, teniendo en cuenta que cada vez menos gente opta por el trabajo físico del campo. Los cambios meteorológicos también impulsan la adopción de la robótica, debido al problema que genera en los cultivos, el suelo, los recursos hídricos e incluso los propios trabajadores.
Tipos de robots y funciones principales de la robótica
La robótica en agricultura puede clasificarse en función de las tareas que desempeña dentro del campo. Aunque algunas máquinas pueden realizar más de una función al mismo tiempo, por norma general se clasifica según la tarea principal. En la actualidad, los robots agrícolas realizan actividades como la siembra, el trasplante de plántulas de un vivero al campo, la recolección del fruto ya maduro, el control de plagas y malas hierbas o simplemente la monitorización y supervisión del campo. Veamos con más detalle cada caso:
- Monitorización del campo: los drones y los vehículos terrestres recopilan datos sobre la salud de los cultivos, los niveles de humedad y otros parámetros críticos. Incluso aunque los drones no sean totalmente autónomos, los robots de esta categoría ayudan a los agricultores a conocer las condiciones del campo sin tener que desplazarse, reduciendo las visitas al campo y, por consiguiente, el gasto en combustible.
- Siembra: Aquí podemos encontrar dos categorías de robots, los que aplican la siembra directa y los que esparcen semillas a voleo. En el primer caso, los robots abren un pequeño agujero y colocan la semilla en la tierra, mientras que en el segundo caso lanzan puñados de semillas en una misma zona. En ambos casos, la siembra a mano es ineficaz y lenta, por lo que automatizar estos procesos acelera la labor. Para el trasplante de plántulas, los robots extraen la planta del suelo del vivero sin afectar a sus hojas o raíces y la colocan en un hueco designado ya en el exterior.
- Aplicaciones de fertilizantes y otros insumos: También es posible contar con la ayuda de robots para esta tarea. Estos robots están equipados con sensores y tecnologías cartográficas que les permiten moverse por los campos y saber en qué zonas deben aplicar el producto. Los fertilizantes granulados se aplican mediante sistemas neumáticos que “disparan” los granos al suelo, mientras que los fertilizantes líquidos se aplican mediante pulverización directa. Puesto que hay modelos totalmente autónomos, es posible utilizarlos en cualquier momento del día para administrar con precisión los productos que las plantas necesitan.
- Cosecha: Es en esta tarea donde los robots todavía tienen más margen de mejora. Esto se debe a que cada cultivo tiene una forma específica de cosecha, por lo que al contrario que en otros casos no es posible contar con un robot recolector que sirva para todos los casos. Los mayores avances hasta la fecha están orientados a la cosecha de plantas de hoja verde y raíces, mientras que el reto continúa siendo el conseguir un sistema que localice y recoja frutas delicadas sin aplastarlas.
- Deshierbe: Los robots de deshierbe de malas hierbas están orientados al uso de un sistema láser para eliminar las malas hierbas sin la necesidad de herbicidas químicos. El rayo láser se enfoca con precisión en las malas hierbas, causándoles graves daños y debilitándolas hasta lograr su erradicación.
- Transporte: El transporte de la cosecha, habitualmente una labor muy exigente debido a las grandes cantidades de producto que se manejan, resulta mucho más sencillo si se cuenta con robots. Transportar cajas llenas de alimentos hasta el vehículo más cercano o incluso cargarlas en él facilita y acelera el proceso sin riesgo para la salud de las personas.
La tecnología se ha convertido en la piedra angular de una nueva era agrícola y los robots son la clave para lograr una automatización casi completa. La previsión es que el mercado de la robótica agrícola alcance un valor superior a 40.000 millones de dólares para 2028, impulsado por la falta de mano de obra. Aprovechar esta tendencia e incluir robots en la agricultura será crucial para garantizar el crecimiento del sector en un mundo en constante evolución.
Autor: Vasyl Cherlinka. Vasyl Cherlinka es Doctor en Biociencias especializado en Edafología (ciencia del suelo), con 30 años de experiencia en este campo. Licenciado en Agroquímica, Agronomía y Edafología, el Dr. Cherlinka lleva muchos años asesorando al sector privado en este tipo de cuestiones.