La doctora Carmen Contreras,Fue becada por el Instituto de Salud Global de Harvard y hoy representa al Perú en Ruanda gracias a un proyecto sobre pacientes con esquizofrenia, lleva más de 20 años dedicada a la salud mental comunitaria y a la investigación de trastornos mentales crónicos. Fue becada por el Instituto de Salud Global de Harvard y hoy representa al Perú en Ruanda gracias a un proyecto sobre pacientes con esquizofrenia.
La doctora Contreras, demuestra su compromiso con la investigación en salud. “Si demostramos con evidencia científica que necesitamos intervenciones, ya sea en salud mental, salud clínica o cualquier otro campo, los únicos beneficiados vamos a ser todos nosotros”, señala.
Actualmente como becaria del programa de doctorado en Ciencias de la Salud de San Marcos, viene realizando su tesis doctoral en autismo, principalmente en cómo implementar modelos de acompañamiento comunitario en cuidadores de niños con autismo. En los próximos dos años tiene que poner en marcha su tesis doctoral en dos centros de salud mental comunitario en el distrito de Carabayllo.
Otro de los proyectos que lidera Carmen Contreras es con pacientes que padecen esquizofrenia. Esta investigación la viene realizando como parte de su trabajo en la ONG Socios en Salud. Precisamente por este proyecto fue invitada para participar en un importante evento en salud global en Ruanda, África.
“A la esquizofrenia, yo le llamo el rostro olvidado de la salud mental, es un trastorno mental crónico, aún cuando el Estado brinda mucha atención, todavía necesitamos más. En Ruanda voy a hacer una presentación de cuáles han sido los desafíos que hemos tenido para desarrollar este trabajo con cerca de 900 personas que viven con esquizofrenia en Lima Norte y qué mejoras podemos hacer para seguir interviniendo en una problemática tan fuerte como es este trastorno mental crónico en el Perú”, señala Contreras.
No es la primera vez que esta investigadora en salud mental nos representa, en el 2020 durante la pandemia por el covid-19, ganó una de las tres becas otorgadas por el Instituto de Salud Global de la Universidad de Harvard para promover a las mujeres en este campo.
“Iba a estar 4 meses en Harvard, pero por la pandemia solo fui tres semanas. Sin embargo, fue una experiencia increíble, nos capacitaron en liderazgo y empoderamiento. Principalmente fue algo enriquecedor para mí, pues generalmente esas oportunidades la tienen personas que tienen recursos económicos, pero para personas como yo pareciera que es inaccesible. Fue todo un desafío”, señaló.
Finalmente hace un llamado a las jóvenes investigadoras a no rendirse en este camino, que se atreven a investigar y que siempre hay oportunidades.
“Mi vida ha estado llena de pasantías y de becas que yo he recibido, porque las condiciones sociales nunca han sido buenas para mí desde pequeña, pero gracias a mi esfuerzo, trabajo y dedicación a la investigación, todo esto es posible. Ciertamente las mujeres somos más acuciosas en lo que podría ser un problema de investigación. Somos las que implementamos las soluciones, porque tenemos esa intuición. Para mí la familia y las oportunidades pueden hacer un buen match, para que podamos ser mejores cada día», concluye la investigadora.