Entre las noche de este sábado 28 y el domingo 29 de diciembre, tres accidentes aéreos de diferente categoría movieron la atención internacional. Los tres aparatos realizaban, en distintas partes del mundo, vuelos comerciales operados por tres compañías diferentes y solo uno de los accidentes resultó mortal.
Un avión de Jeju Air se estrelló el domingo al aterrizar en el aeropuerto de Muan, en el suroeste de Corea del Sur, proveniente de Bangkok, Tailandia. En el aparato viajaban 181 personas: seis miembros de la tripulación y 175 pasajeros, 173 de ellos eran surcoreanos y dos tailandeses.
Aún se especula que la causa de la tragedia pudo ser la colisión del Boeing 737-800 con un pájaro, pero las autoridades siguen investigando. En un video del momento de catástrofe se puede ver cómo el avión se desliza por la pista sin el tren de aterrizaje desplegado y termina estrellándose contra una valla tras superar el final de la pista.
La noche del sábado, el vuelo 2259 de Air Canada, operado por PAL Airlines, realizó un aterrizaje violento en el aeropuerto de Halifax, en la provincia de Nueva Escocia, procedente de San Juan de Terrano.
Al momento de tocar tierra la aeronave derrapó en la pista y su parte izquierda se prendió en llamas. «El avión empezó a inclinarse unos 20 grados hacia la izquierda y, cuando eso ocurrió, oímos un ruido bastante fuerte –casi como de choque– cuando el ala empezó a deslizarse por el pavimento, junto con lo que supongo que era el motor», contó una pasajera. Acto seguido, cuenta, se vio fuego en el lado izquierdo del avión y «empezó a salir humo por las ventanillas».
Aunque no se precisó el número de ocupantes del avión, se supo que estos fueron evacuados y trasladados a un hangar para ser sometidos a una evaluación médica. Según contabilizó una pasajera, unas 80 personas se encontraban a bordo y ninguna, aparentemente, sufrió lesiones.
Esa misma noche, pero al otro lado del Atlántico, un vuelo de KLM entre Oslo y Ámsterdam aterrizó de emergencia en el aeropuerto de Torp, en Sandefjord, unos 110 kilómetros al sur de la capital noruega. El Boeing 737 con 176 pasajeros y seis miembros de la tripulación salió de la pista después de aterrizar y se detuvo en una zona de hierba.
La aeronave tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia debido a un «fallo hidráulico» poco después del despegue. El incidente no dejó heridos. Las autoridades noruegas ya iniciaron una investigación de lo ocurrido.
